-
Sugar Daddy (Parte 3)
Fecha: 23/05/2020, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
... estaba a punto de esconderse. Mis piernas temblaban como si fuera Bambi recién nacido. Sentía que mi ano jamás se cerraría, y pensaba en la tortura que sería ir al baño. Esperaba que no tuviera que hacerlo. -Creo que se me fue de las manos –dijo Gerard con su voz amable habitual. La preocupación brillaba en sus ojos al igual que la culpa-. No debí… -No me arrepiento de nada –interrumpí. -Lo sé, y eso me aterra más –se acarició la nuca nervioso-. No debiste dejar que me propasara tanto. Perdí el juicio y el control de mí mismo. -Tranquilo, no pasa nada –lo calmé. Y era en serio, porque, a pesar de todo, él no me obligó a nada. Si sucedió de esa forma, fue porque yo lo permití-. Sólo espero descansar mi culo por algunos días. -Si necesitas cualquier cosa, me lo pides –se ofreció. -No creo que sea para tanto –sonreí-. No es nada que con alguna crema milagrosa no se pueda sanar. Me sonrió no muy convencido. Escribió algo en su celular y me llevó hasta la puerta. Ya era hora de volver a casa. -Háblame apenas llegues ¿ok? -¿No me irás a dejar? –pregunté confundido. No sería capaz de atravesar la ciudad en el estado que me encontraba. -Mi auto quedó en la empresa –dijo-. Pero Luis saldrá ahora y te pasará a dejar. -Oh… pero –Y antes de que pudiera replicar, apareció Luis. -¿Estás listo? –preguntó mirándome de pies a cabeza. En sus ojos se formuló una pregunta al ver mi estado. -No preguntes nada –dijo Gerard antes de que Luis hubiese abierto la boca. -Está bien, no lo haré ...
... –respondió. Gerard me besó y me abrazó. No fui capaz de replicar el hecho de que tuviera que irme con Luis. Sus ojos culpables se me perdieron de vista cuando las puertas del ascensor se cerraron. Bajamos hasta el estacionamiento, y caminamos entre la fila de autos. Llegamos a un enorme Ford azul y me hizo subir. Sin mediar palabras emprendimos el viaje. Para mi sorpresa, Luis no mencionó nada desagradable. Le di las indicaciones de donde estaba mi casa y se dirigió a ella sin ningún problema. Cada ciertos minutos cambiaba mi posición en el asiento debido a que mi culo me molestaba. Lo vi sonreír. -Quiero pedirte perdón –dijo de pronto-. Sé que no me comporté bien. -Eh… -estaba de piedra. -No espero que me digas nada. El error fue mío –continuó-. Me comporté muy mal contigo. Sólo estaba celoso y… Bueno, no importa. Sólo quiero que sepas que no se volverá a repetir. Gerard me aclaró todo durante el viaje. Mi amistad con él es mucho más importante y no volveré a intentar nada contigo. Sé que eres decente. -Les hizo bien cerrar ese negocio –dije. -Me situó muy bien ese negocio. Fue el mejor trabajo de Gerard en años –comentó-. Le hiciste muy bien. Cuando llegué a mi casa me despedí de forma muy cordial. Antes de bajar me dejó cordialmente invitado a su cumpleaños el día sábado. Una vez aceptado, emprendió su camino de vuelta. Fingiendo total normalidad entré a mi casa. -¿Y ese quién era? –preguntó mi mamá mirando a través de la ventana. -El tío de mi amiga –mentí rápidamente-. Iba hacia ...