El día que cambió mi vida (Cuarta parte)
Fecha: 24/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Martz Santo, Fuente: CuentoRelatos
Después de despertar tarde ya como a las 9 de la mañana, mi cuerpo todo adolorido y lastimado me pidió alimentos, iba a prepararme para ir a la cocina, entonces me acordé que no me bañé la noche anterior, me dirigí al baño y me aseé completamente.
Me cambié de ropa y luego fui directo al refrigerador pero no encontré nada comestible, ya todo lo que había estaba echado a perder.
Tenía necesidad de ir a comprar comestibles o de ir a comer de nuevo al mercado, pero recordando lo que había pasado el día anterior, deseche la idea de ir a comer allí y me decidí a visitar el supermercado que había visto al llegar.
Aún estaba tan absorto pensando en lo que había sucedido que simplemente me salí y cerré la puerta, pensaba en ir al supermercado pero sentí mucha hambre entonces recordé que había visto un comedor comunitario.
Y cómo no quería encontrarme de nuevo con aquel tipo que había estado viendo me dirigí al comedor comunitario, al llegar dude un poco y me quedé parado frente a la puerta pensando si debía entrar o no, una mano sobre mi hombro me hizo saltar y me giré rápido para ver quién era.
Era Pedro el indigente que con una sonrisa muy amable y abierta me invitó a entrar mostrándome el camino, como era la primera vez que yo entraba no sabía qué hacer, simplemente lo seguí e hice todo lo que él hizo.
Cuando llegó mi turno un tipo duro, hosco, se me quedó mirando fijamente y luego me dio mi ración de comida y estiró la mano, yo no entendí en ese momento y lo ...
... único que se me ocurrió fue estrechar su mano, me miró como si yo fuera una cucaracha y luego diciendo con burla y molestia ladró;
"Otro más, malditos indigentes que viven a la mesa de los demás y sólo quitan el tiempo nunca traen dinero" Sí, crees que vas a comer gratis? estás equivocado, estúpido !si no traes dinero lárgate!
Tal actitud me enfureció e iba a contestarle mal pero opté por buscar dinero en mi bolsa para pagarle y descubrí que no traía un solo centavo y no tenía ni llaves, me quedé de una pieza lo cual aprovechó aquel tipo para arrebatar lo que me había dado y empujarme gritando;
No vuelvas aquí hasta que traigas dinero, parece mentira que no puedas conseguir ni siquiera 10 miserables pesos, fuera, lárgate...
Me di cuenta que no podría ni entrar de regreso a la casa y que iba a hacer? tenía que conseguir llaves y no traía absolutamente nada, en ese momento se acercó Pedro y tomándome del brazo me dijo:
No te preocupes ve a sentarte yo le pagaré y podrás comer anda, aquella acción de aquel hombre que apenas me conocía y que me había ayudado ya una vez me derritió, y no pude evitar empezar a llorar por aquel gesto tan humano de aquel que no poseía nada, más que humanidad.
Regresó con la comida que me habían arrebatado y me abrazó haciéndome lugar en la mesa para que pudiera comer, comí entre lágrimas y no podía dejar de admirar a aquel Pobre hombre andrajoso y sucio que me mostró más amor que cualquier otra persona que haya conocido antes.
Me ...