Borracha para ella
Fecha: 25/05/2020,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... demás fantasías sexuales infundadas que se escuchaban de ella (que se cogía a los profesores por calificación, que armaba orgías en su casa, que le fascinaba tener dos vergas bien metidas al mismo tiempo, etc.) provocaron en mí un enigma sobre cómo o qué tanto disfrutaba ella del sexo, e incluso de cómo era su carácter real. Más que asustarme, me intrigó.
Aún recuerdo el primer acercamiento que tuve para descubrir el enigma sexual que rodeaba a Jimena. Esa vez, en la última hora de clase de la preparatoria, salí al sanitario y cuando entré a uno de los baños me percaté que había alguien más en el baño contiguo. Al parecer no se dió cuenta de mi presencia, pues parecía estar concentrada en otra cosa que no era precisamente una necesidad fisiológica. Se le escapó un leve gemido que, de inmediato, me alertó de algo increíble. Me quedé quieta, alejé los pies un poco al otro lado para que no se diera cuenta que alguien más estaba en el baño y pegué mi oído lo más que pude. La chica volvió a gemir lo más quedo que pudo mientras continuaba con lo que parecía el movimiento irrefrenable de sus dedos entrando y saliendo de su vagina. La idea de pensar que había una chica tocandose y dándose placer en pleno baño de la preparatoria generó en mí más que una idea: me excitó al grado de mojarme la panty. Los movimientos se escuchaban cada vez más rápido hasta el momento en que se escuchó un gemido final (ya sin importarle si la escuchaban), hecho que reconocí como el placer último, el ...
... orgasmo deseado. Salí lo más rápido que pude y fui a una de las jardineras cercanas para sentarme ahí (con el pretexto de revisar mi celular) y esperar a la chica en cuestión para saber de quién se trataba. Me sorprendí al ver que Jimena fue quien salió del baño. Esa misma noche, con la idea de recordar sus gemidos e imaginarla desnuda metiendose los dedos en su vagina, me volvió a mojar. El deseo era tanto que terminé por tocarme imaginando cómo lo hizo, y me masturbé hasta provocarme un orgasmo. El primero que tuve pensando en una chica.
Así comenzó mi deseo hacia el mismo sexo y mi fijación con Jimena. Era como si le hubiese guardado un secreto. En mis horas libres y una que otra clase que me saltaba, caminaba por la preparatoria para ver si lograba encontrarla; también entré muchas veces a los baños con la esperanza de volver a encontrarla y escucharla. No fue sino hasta finales del ciclo escolar (cosa de dos meses después del episodio del baño) cuando a varios de nuestro grupo nos invitaron a la fiesta de despedida que andaban organizando algunos chicos (los más populares de la escuela) que dejarían la preparatoria para entrar a la universidad. En un principio no me sentí atraída por la idea, pues casi no conocía a nadie y el lugar de la fiesta iba a ser en un antro al sur de la ciudad (algo retirado de mi casa). Sin embargo, en cuanto escuché que Jimena iría a la fiesta, cambié de idea y decidí que iría. Era la oportunidad idónea para conversar con ella. Y por qué no, ...