1. De campamento


    Fecha: 26/05/2020, Categorías: Incesto Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... ese tamaño en la boca.
    
    —¡guarda silencio! —le ordeno Erik.
    
    Sabía que ambos estaban mirando mis tetas. Decidí hacérselos difícil fingí un movimiento rascando mi brazo y con el cubrí mis senos. Alcancé a escuchar a Erik murmurar:
    
    —¡eso no es justo!
    
    Paolo repuso:
    
    —mamá tiene mejor cuerpo que la chica del colegio que me ando atornillando.
    
    —eres un hablador Paolo,
    
    —a poco tú eres el único que puede cogerse una chica. Mamá tiene un cuerpo hermoso, ella no es ni la mitad de mamá.
    
    —en eso tienes razón —contesto Erik.
    
    —mira que abultada se ve su panocha.
    
    —eso se ve delicioso Erik.
    
    —si la hubieras visto como la vi yo… sin ropa, abierta aventando un chisguete de agua toda cubierta de pelos.
    
    —a poco ya se la viste.
    
    —anoche… anoche se la vi cuando salió a orinar.
    
    —porque no me avisaste.
    
    -— estabas muy dormido y no creí que despertaras.
    
    —dime Erik serias capaz de follar con mamá.
    
    —lo estoy desando desde hace años, me encantaría chupar y morder esos pezones y follarla con todas mis ansias.
    
    —a mi encantaría chupar su capullo no me importaría si estuviera desaseado.
    
    —¡crees que a mí me importaría eso!
    
    Los dos sonrieron pretendiendo no “despertarme” yo seguí fingiendo, pues me interesó mucho lo que charlaban.
    
    Paolo propuso:
    
    —tomemos fotos antes de que despierte, yo me comprometo a desatar el nudo del bikini estoy seguro de no despertarla.
    
    Cuando escuché aquello, pensé cortar sus intenciones, pero había algo en mí que me ...
    ... obligo a averiguar de qué eran capaces mis retoños. Paolo se postro junto a mí y sentí sus manos que no temblaban al desatar el nudo del bikini lo hizo tan rápido que parecía un experto. Casi exclama cuando jalo hacia mis pies la parte frontal de mi bikini, dejando descubierto mi peludo sexo. Eran tan atrevidos que no paraban mis sorpresas. Paolo dijo a Erik:
    
    —espera un segundo.
    
    Se lo que hizo porque Erik le indico:
    
    —acerca lo más que puedas tu verdugo a su peluche, ¡vamos hombre empuja parece que nunca va despertar!
    
    Si al oírlos hablar tan suciamente de mi chochito me había excitado, pueden imaginar cómo me sentía con el verdugo de Paolo tocando mi puerta intima.
    
    Afortunadamente creo que eso que hicieron logro dejarlos satisfechos porque Erik le dijo a Paolo que era hora de largarse.
    
    —larguémonos antes de que despierte.
    
    No sé cómo pude ocultar mis suspiros porque mi tragón estaba empapado, por fortuna Paolo no se dio cuenta. Gracias a dios se habían ido en el momento oportuno, de haberse quedado, o hubieran descubierto la parte posterior de mi bikini, empapado de mi excitación. Deje transcurrir un par de minutos, hasta oír sus voces apagarse en la distancia, después los escuche gritar fingiendo ignorar donde me encontraba.
    
    —¡mamá, mamá donde estas!
    
    Me incorporé y sujeté mis prendas sueltas, y caminé directo al campamento. Después les conteste.
    
    —¡aquí estoy me quede dormida en una roca allá cerca del lago!
    
    —preparaste algo para la comida.
    
    Había ...
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