1. La historia de Ana (Capítulo 2)


    Fecha: 04/06/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... siguió hablando.
    
    β€” Una de esas noches que no vino conmigo ¿la viste salir a algún lado?
    
    β€” Que yo recuerde, no. β€” Mentí, cauteloso.
    
    β€” Pero si la vieras ¿Me lo dirías? β€” Agachó la cabeza, apesadumbrado. β€” hoy nos peleamos de nuevo. Pero mal. ¿Me dirías si la ves salir de noche?
    
    β€” Bueno, vos sabés que no debería hacer eso. Yo estoy trabajando acá, viste… pero bueno, yo te informo de sus movimientos β€” Le guiñé el ojo, cómplice. β€” Pero ni se te ocurra decirle que fui yo el que te lo dijo eh.
    
    β€” No, quedate tranquilo β€” Dijo él, abatido. Estaba a punto de salir a la calle, pero se dio vuelta hacia mí, y preguntó β€” ¿Y vino alguien a verla de noche?
    
    A escuchar su pregunta recordé al pelado con el que la había descubierto cogiendo una noche, y luego rememoré otra noche, mi noche. Yo había acabado, todavía adentro suyo, mientras sonaba el celular. Era un llamado de Andrés.
    
    β€” La verdad, que yo recuerde, no. β€” Dije, siendo sincero por una vez, ya que la noche anterior no la había visto entrar ni salir.
    
    β€” Está bien. cuento con vos entonces. Gracias, sos un amigo.
    
    Mientras cruzaba la puerta, yo imaginé que debería agacharse un poco, porque con esos cuernos gigantes que salían de su cabeza, no podría salir de otra manera.
    
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    Estaba seguro de que ese era mi día, no podía ser de otra manera. Ana se había peleado con su novio, y seguramente caería ante su impulso sexual. Sólo me tenía que asegurar de que desahogue conmigo. La idea de que otro tipo me gane de ...
    ... mano me aterrorizaba. A pesar de la creciente excitación, todavía albergaba sentimientos románticos hacía ella. Si no contara su actitud en el sexo, era una mujer tierna y dulce.
    
    La vi salir del ascensor, al rato de que Andrés salió.
    
    β€” ¿Se fue? β€” Me preguntó. A pesar de su aspecto triste se la veía hermosa. Su cara estaba un poco más pálida que de costumbre, parecía cansada. Vestía un pantalón de jean bastante ajustado. De a poco, iba adquiriendo un aspecto más sensual.
    
    β€” hace un rato. β€” Contesté. Devorándola con la mirada. En ese cuerpo chiquito había todo lo que un hombre podía apetecer, y mucho más. Su rostro, ensombrecido, no dejaba de ser bello y sensual a la vez. Los labios finos, la nariz pequeña, y los pómulos grandes invitaban a darle muchos besos. Su piel era blanca y tersa, y yo recordé la vez que la ensucié con mi semen. Toda su pulcritud manchada con mi virilidad.
    
    β€” Nos peleamos de nuevo.
    
    β€” ¿ah, sí? Pensé que ya se estaban llevando bien. β€” Dije. ella pereció notar cierta ironía en mi manera de hablar. Sonrió.
    
    β€” Te aviso que hoy no quiero hacer nada. β€” advirtió β€” estoy muy cansada.
    
    β€” No te preocupes. No te pensaba presionar. β€” Mentí. β€” Yo te quiero mucho Anita, y sabés que podés contar conmigo… en todo.
    
    β€” Gracias. β€” dijo. β€” voy a hacer unas compras. Enseguida vuelvo.
    
    Volvió después de dos horas, con un montón de bolsas cargadas en los brazos.
    
    β€” Te ayudo princesa. β€” le dije, luego de abrirle la puerta. Sin esperar respuesta agarré varias ...