Ayudando a Mamá (07).
Fecha: 07/06/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos
... cama y me abrió las piernas. Todavía la tenía dura. La metió en mi vagina y presionó tan fuerte que me desvirgó. Me dolió tanto que quise gritar, pero él me tapó la boca con la mano. Empecé a llorar mientras él me cogía con rabia. Por suerte este tormento no duró mucho, él se cansó y me la sacó. Antes de dejarme sola en un mar de lágrimas y con un hilito de sangre saliendo de mi sexo me dijo “Para que aprendas a no jugar con fuego, puta de mierda”. Se fue de mi cuarto. Supe que me la había metido como castigo. Me sentí peor que antes, había sido rechazada por dos miembros de mi familia. Él nunca supo cuánto me gustó lo que hizo por la cola, pero ese gusto quedó completamente arruinado con el maltrato que le siguió. Desde esa vez me negué siempre al sexo anal.
La historia me venía gustando y me parecía excitante hasta que contó cuando su padre le arrebató la virginidad, eso había sido una violación. Sentí mucha pena por ella. La abracé fuerte.
- No importa tía, ahora las cosas son diferentes. Ahora si podés disfrutar del sexo, hasta podés hacerlo por atrás – no sabía si ese era el mejor argumento pero tampoco se me ocurrió otra cosa.
- Si es cierto. Lo disfruto mucho.
- Pero de verdad no creo que eso influya mucho en tu dilatación actual. Pasó hace muchísimos años. Pero muchísimos.
- ¡Hey, que no estoy tan vieja carajo! – me alegró verla reír otra vez - De hecho esa no fue la última vez que lo hice por atrás.
- ¿Ah no, hay más todavía?
- No te olvides que ...
... soy muy putita - se rio – ese gusto nunca se lo di a mi padre, al contrario. Me dije a mi misma que tomaría a los hombres como objetos sexuales – me sentí un objeto sexual y me importó tres carajos – esto pasó una noche en la que Mario organizó una cena con sus amigotes en casa. Naty era chiquita todavía y dormía en su cuarto. A mí la cena me aburrió bastante, no hacían más que hablar de fútbol y mujeres, como si yo no estuviera ahí. Para colmo se tomaron todo lo que había en la casa, especialmente Mario. Me fui a mi cuarto y estuve mirando televisión un buen rato. Cuando salí para ver si ya se habían ido me encontré con los cinco amigos de mi marido fumando, hablando y tomando. Mario estaba desmayado en el sofá. Te juro que pensé que ya no había nadie, por eso salí en camisón, para colmo era bastante transparente. Los tipos me miraron toda. Yo me hice la boluda y fui a buscar agua a la heladera, después volví a mi dormitorio.
- No me digas que…
- Te digo que te calles y escuches – me dio un golpe en la pierna – diez minutos después entra a mi pieza uno de los amigos de Mario, un tipo morocho y algo panzón, ni me acuerdo el nombre. Yo estaba despatarrada en la cama con toda la concha a la vista. Me asusté un poco, pero en cuanto el tipo se tendió en la cama y empezó a chupármela, me relajé. Ahí supe lo que pasaría esa noche y yo lo disfrutaría al máximo. Uno por uno fueron pasando. Me cogieron como nunca antes en la vida.
- ¿Te enfiestaste con cinco tipos a la vez? – ...