Ayudando a Mamá (07).
Fecha: 07/06/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos
... vez en cuando, para que sepas. Las frígidas no hacen eso.
- No te creo – la desafié.
- Que sí te digo – intenté una tercer vez meterle la mano en el pantalón pero por tercer vez me rechazó – ayer mismo, vinieron unos amigos de Mario para organizar el viaje de pesca y en eso él se va con uno a comprar no sé qué mierda. Acá queda un tercer amigo, uno grandote, como de dos metros. Te puedo asegurar que mi marido no había llegado ni a la esquina que yo ya estaba arrodillada adelante del tipo, haciéndole un pete. La tenía bien grande, se la comí toda – mi pene se estaba enterrando dentro de su concha con calza y todo, ella estaba empapada – no me entraba en la boca pero te puedo asegurar que ese no se olvida más de mí. Cuando Mario volvió yo todavía estaba limpiándome el semen de la cara, por suerte lo hice en el baño y él no me vio.
- ¿Y tu marido sabe estas cosas?
- No, y no tiene por qué enterarse. Y esa no fue la única vez – la calentura la hacía hablar de más – También pasó algo en la fiesta de fin de año de mi trabajo – ella era empleada pública, trabajaba en unas oficinas – Mario no quiso acompañarme, gran error. Cuando terminó la joda dos compañeros me dijeron si no quería ir a tomar un cafecito con ellos – deslicé con insistencia la mano hacia abajo y esta vez no opuso resistencia, toqué su suave entrepierna hasta llegar a su clítoris, que estaba duro y viscoso – qué cafecito ni cafecito. Apenas llegamos a la casa del tipo se bajaron los pantalones. Me comí ...
... dos vergas juntas – recorrí el centro de sus labios vaginales con los dedos, eran suaves al tacto y estaban llenos de ese pegajoso líquido – me comí dos vergas juntas.
- ¿Y te dejaste coger?
- Obvio que me dejé. La pasé bomba. ¿Ves que no soy ninguna frígida?
- ¿Entonces por qué nunca usás escote o ropa atrevida?
- Que sea puta no quiere decir que me tenga que vestir como una.
- ¿Te considerás una puta?
- Me lo dijeron tantas veces que ya lo tengo asumido. Además no tiene nada malo.
Ya no podía más, o la metía en algún agujero o la metía en un balde lleno de cubitos de hielo. Presioné más hacia adentro, no me animaba a calcular cuánto, pero sabía que buena parte de mi verga ya estaba dentro de su concha, ella debía sentirlo perfectamente, era como tener un preservativo hecho con fina y húmeda tela.
- El día que me viste con mi vieja, te calentaste. ¿Fue por ver el culito de mi mamá lleno de leche o por verme a mí la verga?
- Las dos cosas. No podía creer lo abierto que estaba el culo de Graciela. A vos ya te la había visto, la noche de la fiesta. Te estabas pajeando en el pasillo que da al baño. No sé por qué. Te espié un rato pero como estaba oscuro me llevé por delante un adorno… no sé qué mierda era.
- ¿Fuiste vos? Yo pensé que había sido Naty.
- No, Naty fue después, a tu cuarto. Me imagino qué habrá pasado, esa chica a veces me desespera. Por eso le tuve que decir a Mario que nos vayamos. Tu mamá la fue a buscar…
- Si, ya sé que pasó ...