Una noche, mi hermana y yo
Fecha: 09/06/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Moises, Fuente: CuentoRelatos
... que a mí, que por el momento no me había excitado ya que mi afán por ver los errores de guion de las películas me impide concentrarme en otras cosas. La rubia, después de mucho buscar, encontró lo que buscaba debajo del asiento. Se sentó de nuevo, y de nuevo empezaron a mirarse. Ella sacó su pintalabios y empezó a pintarse los labios muy sensualmente. Nuestro amigo Joe estaba que no cabía en el pantalón. Cuando termino de pintarse los labios, se puso de pies y empezó a buscar algo en una maleta que estaba justo encima del asiento de Joe, por lo que la tenía justo en frente suyo.
De pronto el tren freno y la rubia se cayó encima de Joe. Se iba a levantar cuando Joe le puso las manos en los pechos y la trajo de nuevo hacia sí. Empezó a besarla y a manosearle los pechos por encima de la ropa. Ella se desabrochó un botón de la camisa y sus pechos entraron a escena. Eran redondos y tenía los pezones duros como piedras. Su siguiente paso fue meter su mano bajo su falda y empezar a juguetear con su tanguita casi transparente. En este punto fui yo el que no cabía en el calzoncillo. Me lo quité y me quedé sólo con la camiseta puesta. Fue Joe el siguiente en quitarse el pantalón y mostrar al mundo lo que la naturaleza le había dado. Sólo diré que la naturaleza había sido muy generosa con nuestro amigo Joe.
La rubia con cara de sorpresa al ver el enorme miembro se acercó y empezó a chuparlo sin contemplaciones. Entonces la cámara enfocó al cura que se despertaba. Miró lo que ...
... tenía enfrente (el culazo de la rubia, que sólo llevaba el tanguita rosa transparente) y después de tragar saliva se subió la sotana y tras mostrar su también desarrollado miembro empezó a manosear el culo de la rubia que no interrumpió su desenfrenada succión del mástil de Joe. No estaba mal la película, a pesar del argumento. Me estaba cascando una buena paja gracias a la rubia y sus dos amigos. Imaginaos la escena, yo en camiseta en el sofá del salón de mi casa, sin ropa interior, a oscuras y viendo un canal porno. Pues estando así oí un ruido en el pasillo. Se me paró el corazón. Pensé en mi hermana y en la vergüenza que me haría pasar si me pillaba en aquella situación. Rápidamente cambie de canal, me puse dos cojines encima y escondí mi calzoncillo detrás de mí. Esperé mirando hacia la puerta pero mi hermana no apareció.
El corazón me latía a mil por hora y mi sentido del oído estaba a tope. Volví a oír otro ruido, pero como ahora estaba atento supe lo que era, esta vez había sido la puerta de la habitación de mi hermana al cerrarse. Eso quería decir que mi hermana me había pillado viendo una película porno, y era posible que incluso me hubiese visto masturbándome. El hecho de pensar que mi hermana me había visto masturbarme me excitó de nuevo, así que no me importó lo sucedido y pensé que si había vuelto a la habitación, lo más seguro es que no volviese a salir, por lo que podía volver al canal de la rubia, Joe y el cura. Volví a marcar la clave y allí estaban otra vez, ...