1. Una noche, mi hermana y yo


    Fecha: 09/06/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Moises, Fuente: CuentoRelatos

    ... inmutó. Presioné un poco y conseguí situarlas boca arriba con los brazos hacia los lados y las piernas ligeramente abiertas.
    
    En ese momento me di cuenta de que mi hermana no estaba dormida, se estaba haciendo la dormida pero no lo estaba. Eso quería decir que aceptaba por el momento lo que estaba haciendo. Saber eso me excitó aún más. Coloqué mi mano sobre su vientre y el calor que desprendió me resultó muy agradable. La cama era lo suficientemente grande, así que me tumbé a su lado. Subí mi mano arrastrando su camiseta y llegué hasta sus pechos. Eran firmes, nunca creí que podría manosear los pechos de mi hermana, pero hay estaba. Acerqué mi cara y chupe el pezón, fue genial chuparlo mientras sabía que seguramente en ese momento mi hermana estaría abriendo los ojos para mirarme. Chupé un poco más y manoseé la otra teta con cuidado pellizcando el pezón. La solté y me levanté de la cama. Ella se giró como si estuviese dormida volviendo a ponerme el culo a mano. Aproveché la situación y se lo toqué. Tenía un culo perfecto. La nalga me cabía perfectamente en la mano y estaba prieta.
    
    Metí los dedos bajo la cintura del pantalón y comprobé que no llevaba bragas ni tanga. Me levante, me situé a los pies de la cama y volví a colocarla boca arriba. Me acerqué a su pantaloncito y metí un dedo entre la pernera y su pierna. Subí poco a poco por sus muslos y sus ingles hasta llegas a su rajita. No me lo podía creer. La tenía a mi entera disposición y ella se estaba dejando. Agarré ...
    ... el pantalón por la cintura y se lo bajé. Se lo quité del todo y lo tiré. Que vista. Un triangulito rasurado parecido al de la rubia de la película apareció ante mí. Le doble las rodillas para acomodarme mejor y acerque mi cabeza hasta su rajita. Sople y no se movió. Chupé sus ingles y tampoco se movió. Mordí un poco sus labios mayores y tampoco se movió. Yo estaba disfrutando como un loco y ella también iba a hacerlo. Chupe, chupe, chupe, lo que quise y más, de arriba abajo y en remolino, ella empezó a mover las caderas levemente. Arriba y abajo. Cuando llevaba ya un rato paré. Me puse a la altura de su cabeza de manera que mi pene quedaba a la entrada de su vagina y mi pecho se apoyaba sobre sus tetas desnudas.
    
    Me acerque a su cara y le dije susurrando: "Sé que estás despierta". Pero no abrió los ojos. Así que la besé. No abrió la boca. "No seas tonta, quieres esto tanto como yo". De repente con sus manos cogió mi cabeza y empezó a besarme de una manera que me impresionó. Separó su cara de la mía y sin decir nada sonrió. Se puso encima de mí y empezó a masturbarme. "Te lo debo" me dijo mientras me hizo una de las mejores mamadas de toda mi vida. Supongo que era no sólo porque mi hermana lo hacía muy bien sino por el morbo que me daba aquella situación. Fue espectacular. Como estaba exhausto se abrazó a mí y empezó a besarme, hasta que después de un rato estuve de nuevo en acción. La abracé contra mí y metí dos dedos en su rajita, ella empezó a gemir y al ver mi pene otra ...