1. Noche de pasión en Lisboa (X): Escarmentando a Ana Maria


    Fecha: 09/06/2020, Categorías: Gays Autor: alfredo1257, Fuente: CuentoRelatos

    ... también es zona de olivos, así que no será difícil hacerme con una tabla de esa madera en condiciones.
    
    Cuando contesta le pido que busque un carpintero que me haga una tabla de aproximadamente sesenta por cuarenta centímetros y cuatro de espesor, diciéndole para qué la quiero. Y que antes de traerla a la casa, que pase por el hipermercado y que graben una plaquita con el mismo tipo de letra, con el nombre de Marta y la aseguren en uno de los cantos largos de dicha tabla.
    
    Vuelvo a la cocina, y arreglándome con lo que hay, continúo con las labores. La cocina no es pequeña, pero al estar distribuida de forma que a Marta le resulte cómoda, dos personas cocinando se estorban entre ellas, así que durante un par de horas no paramos de rozarnos el uno contra el otro. Al estar concentrados en el trabajo, ninguno de nosotros se siente excitado de ninguna manera.
    
    Marta llama a Paulinha y le dice que vaya poniendo la mesa. Entonces yo le digo que ponga cinco cubiertos. A lo que Marta me pregunta si esperamos invitados. Yo le contesto que sí, que hoy tenemos dos personas más a comer.
    
    Cuando estamos sentados a la mesa, Marta y Paulinha traen la comida. Entonces yo le pido a Marta que se quite el delantal, y levantándome le aparto la silla para que se siente con nosotros. Paulinha, poco acostumbrada a que le retiren la silla, al ver que Marta se sienta, hace lo mismo en el sitio vacante, asumiendo que las dos personas a más, son ellas. Yo me siento a la cabecera de la mesa y ...
    ... dirigiéndome a Amália, digo:
    
    - Cariño, ahora que soy el patón de la quinta, me gustaría hacer algún cambio en la casa, si vosotras estáis de acuerdo. En el caso de que no haya que servir una comida con invitados, me gustaría que se terminase lo de comer separados, nosotros en el comedor y Marta y Paula en la cocina. Aunque cada uno tenemos nuestras funciones, al final, yo os considero a las cuatro como mi familia, y personalmente me agradaría mucho el comer juntos.
    
    - Yo no veo ningún inconveniente, al contrario – Dice Amália.
    
    - Yo tampoco. La verdad es que a nadie se le había ocurrido hasta ahora. Siempre se había hecho así – contesta Ana María – por nosotras está bien.
    
    - Perfecto entonces. A partir de hoy, las comidas se realizarán aquí, todos juntos. Marta, me he dado cuenta de que es usted los ojos y los oídos del personal de la quinta. Desde ahora, tendrá acceso de primera mano a lo que se decida en esta casa. Espero que me corresponda informándonos de cualquier queja que pueda existir, para solucionarlo lo más rápidamente.
    
    - Muchas gracias por la confianza. Tenga por seguro que así lo haremos – Me contesta con un punto de emoción en la voz.
    
    - Y a ti, ahora que tienes un “no muy novio”, quiero tenerte cerca y atarte corto – Digo dirigiéndome a Paulinha con una sonrisa.
    
    - Tonto Vovô – Me contesta ella, sonrojándose y bajando los ojos.
    
    Cuando terminamos con el risotto, Marta va a la cocina a por el jabalí, yo la acompaño para traer una botella de tinto ...
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