1. Por amor a la familia (día cinco - parte cuatro): El castigo


    Fecha: 16/06/2020, Categorías: Incesto Autor: lesliefer, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacia hebras hacia afuera, sentía mi boca llena de espuma y no podía ver nada, ya que cuando se llora y se aprietan los ojos, estos hacen un efecto cegador al abrirlos, además que el maquillaje había entrado en ellos y me ardían. Me tomo de los brazos y con una fuerza impresionante me levanto y me giro, quedando el a mis espaldas. Me empujo contra la orilla de la cama, me apoye con las manos sobre esta, inmediatamente, mi tío presiono mis caderas hacia abajo, me obligo a hincarme nuevamente pero con el cuerpo sobre la cama, me levanto la falda y me bajo de un solo movimiento la ropa interior, liberando mi miembro, el cual estaba flácido. Me dio una tremenda nalgada, sentí el ardor incrementándose cada segundo que pasaba, trate de levantarme pero puso una mano y el peso de su cuerpo sobre mi espalda superior, mientras volvía a darme una segunda y más fuerte nalgada en el otro glúteo, después otra y otra más. Comencé a llorar de impotencia, mientras las nalgadas seguían, le implore que no me castigara más, pero era inútil, fue hasta que dije las palabras correctas sin darme cuenta: “por favor papa, ya no me pegues”
    
    El escuchar esa palabra hizo que su mano se detuviera en el aire, se sentó a mi lado y comenzó a acariciarme mi cabeza con una mano y mis enrojecidas nalgas con la otra mientras decía “hija, no me gusta hacerte esto, pero te portas muy mal” yo estaba llorando de dolor y de tristeza, ya no estaba actuando, era una niña castigada, sentía dolor en mi corazón. Mi ...
    ... llanto iba cesando, pero tenía suspiros de sentimiento. Se levantó y se arrodillo detrás de mí, comenzó a besarme mi trasero, después a pasar su lengua y finalmente lo hacía en la raya que se forma, llegando hasta mi ano, lo estaba lamiendo e incluso lograba penetrarme un poquito con ella, yo me estaba tranquilizando por esta sensación. Me abría mis nalgas con sus manos y trataba de entrar más con su lengua.
    
    Mientras estaba yo en ese choque de emociones, oía como abría el cajón del buro sin dejar de hacer lo que me estaba haciendo, sin embargo, se levantó un poco y durante unos segundos no hacía nada, entonces sentí como algo caía sobre mí: un líquido, era suave, cálido, extraño, pero no se sentía como semen (o al menos como me imaginaba que se sentiría el semen), era algo mas parecido al aceite de bebe. Después con su mano lo distribuía por la hendidura, hasta que llegaba a mi orificio, ponía más de eso precisamente ahí y comenzó a meter su dedo, con mucho cuidado. Cuando sentí esto, mi cuerpo se estremeció y brinque, pero él puso su otra mano sobre mi espalda baja mientras hacía sonidos: “sh, sh, sh, tranquila mi pequeña, papi no te va a lastimar. Seguía jugueteando con mi ano, sentía su dedo entrando más y más, parecía que no tendría fin, es increíble la falta de percepción de dimensiones que una tiene en una circunstancia así.
    
    Saco su dedo con cuidado y apoyo su cuerpo sobre mí, como para no dejarme levantar, escuche como abría un paquete plástico, realmente no sentía ...
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