1. Prisionera múltiple (Episodio 1)


    Fecha: 18/06/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Sindrome33, Fuente: SexoSinTabues

    ... allá de sus propias narices - soltó el guarda en tono de guasa, tras una sonora carcajada. - No te pases, Ramiro. ¡pobrecillo! - reflexionó cabizbaja la prisionera, que ahora, tras todo el alboroto, recordaba el angelical rostro de su chico que la esperaba ansioso en el salón de encuentros de la prisión. - Vamos, Angy. sabes que bromeo - le dijo el guarda a Ángeles, que ahora se acomodaba el mono ocre y se dirigía a la puerta - Él te quiere, eso no se puede negar. Venga, volvamos cuanto antes para no levantar sospechas. Ramiro convirtió de repente su tez en un símbolo de seriedad, de sobriedad total, en la marca de lo más estricto y protocolario, mientras que Ángeles se arreglaba ahora su alborotado pelo y pasaba por delante de él con el silencio y la aparente inocencia de quien acaba de ser cacheado o registrado. La mano izquierda de él acompañó suavemente al trasero de la presa, acompañando el gesto de un leve chasquido con la boca. El guarda abrió la puerta y volvió a tomar a la prisionera por el brazo. Cerró la puerta de la habitación 3 con un sonoro estruendo y ambos regresaron hacia el salón de encuentros. ------------------------------------------------------------------- - ¡Peque! - exclamó el bueno de Luis desde la lejanía cuando vio a su pareja aparecer de nuevo en medio de aquellas puertas dobles. - ¡Mi amor! - respondió ella, con un semblante de felicidad y alegría. El guarda Ramiro la soltó del brazo y la dejó ir hasta la mesa, no sin antes acercarse a la misma ...
    ... y comentar, en un tono estricto y sereno, que tenían 10 minutos más para completar el encuentro, señalando al gran y viejo reloj que se podía ver en una de las paredes del salón. - ¿Hubo algún problema, peque? - preguntó el cándido enamorado a su chica. - Nah. lo mismo de siempre, te cachean, te interrogan y rellenan papeleo. ¡Todo va con papeleo por aquí! - volvió a sonreir, con cierto tono nervioso, la prisionera Ángeles. Y durante los siguientes minutos la pareja consumió los cafés que se habían preparado minutos antes de aquél encuentro furtivo en la habitación 3, se hablaron de mil y un temas, consultaron sus dudas, aclararon sus intrigas y compartieron los 10 minutos más comprimidos de su vida. Como si de una alarma perfectamente balanceada se tratase, el guarda Ramiro se acercó a los 10 minutos y de forma educada pero insistente le dijo a Luis que el tiempo de encuentro había llegado a su fin. Movidos por una especie de resorte automático, la pareja se alzó en pie y se fundieron en un tierno y alargado abrazo en el cual volvieron a acariciar sus nucas y a restregar, en la medida de lo posible, sus cuerpos. El guardia contempló aquél espectáculo con total pasividad, conocedor de la auténtica realidad que se escondía tras la cándida expresión de la prisionera 359B. Luis desfiló y marchó entonces tras las espaldas de Ramiro, observando en todo momento a su querida Ángeles, que ahora estaba siendo escoltada de regreso a su celda por parte de otro guardia, algo más pequeño ...
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