1. El stripper superdotado


    Fecha: 19/06/2020, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Cuando me invitaron a la despedida de soltera de Paula no supe qué decir. Mis otras tres amigas habían planeado todo: ir a un show de strippers y pagar un extra para pasar a una sala VIP, donde tendríamos a un tipo para hacer con él lo que se nos antoje. Les pregunté si existía la posibilidad de que haya una escena de sexo con alguna de las involucradas, cosa que de sólo imaginarlo me incomodaba bastante. Me respondieron que no me hiciera problema, que sólo nos íbamos a divertir un rato y que en el peor de los casos el stripper “nos iba a hacer tocarle la verga un poco”. Me reí nerviosamente sabiendo que ese simple acto me disgustaba en demasía.
    
    Finalmente llegó la noche del sábado. No le dijimos nada a Paula: era una sorpresa. La llevamos engañada a “Venus Horse”, un club nocturno que en Google estaba muy bien puntuado. Al principio ella empezó a decir que no, que estábamos locas, que quería hacer algo más tranquilo. Que si se enteraba el futuro marido se iba a enojar. Eso me hizo sentir más tranquila. Mis tres amigas la convencieron de tomar unos tragos. Si después de un rato no la estábamos pasando bien, nos iríamos.
    
    Al principio estuvimos en una sala grande y oscura, con mesas redondas para 4 o 5 personas. Estaban ubicadas alrededor de un escenario pequeño, donde se proyectaban las luces. Nos sentamos bastante cerca del escenario para mi gusto. Se nos acercó una moza y nos preguntó qué íbamos a tomar. Yo pedí una Coca-Cola. Mis amigas y Paula pidieron un Vino ...
    ... Espumante Chandon y cuatro copas.
    
    El show no había empezado. Paula ya llevaba bebidas cinco copas. Se las conté. Mis amigas tomaban más despacio. A todo esto la habían estado apalabrando para que se relaje, para que se deje llevar. Para que disfrute su última noche de libertad.
    
    En un momento dado se apagaron todas las luces. Me aferré a mi botella de Coca-Cola. Debo decir que estaba aterrada. Mis amigas y Paula se reían de mí. Las expectativas de que Paula quisiera abandonar “Venus Horse” se habían ido a la basura. La luz regresó de forma tenue y un morocho de aproximadamente 25 años se subió al escenario vestido de traje. En cuestión de segundos se deshizo del saco y la camisa. Empezó a juguetear con su pantalón, mientras todas las mujeres que había en el lugar gritaban exaltadas. Después de unos bailecitos al ritmo de “I love rock and roll” de Joan Jett, el stripper se arrancó el pantalón a lo Full Monty y se quedó con unos calzoncillos minúsculos. Se le marcaban de sobremanera el pene y los testículos. Sus nalgas estaban totalmente al descubierto. La moza trajo otra botella de Chandon y Paula fue la primera en servirse. Estaba muy borracha. El stripper invitó a alguien del público a bailar con él. Mis amigas la arengaron a Paula para que suba. No tardaron demasiado en convencerla: las burbujas del vino espumante le habían copado el cerebro. Mientras Paula subía al escenario, vi que una de mis amigas hablaba con un tipo de la barra. Debe estar pagando el VIP, pensé ...
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