La historia de Ángel, solo era un muchacho (22)
Fecha: 20/06/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... las piernas y el pecho.
-Eliseo me dijo que me ponía guapo por la llegada de Pablo, pero no es cierto, fue por lo que tu me dijiste…, también quiero que cuando llegue me encuentre bien. -me costaba decirle la verdad completa y me violentaba poniéndome rojo, reconocerle que pensaba en Pablo.
-Eres tan dulce y entregado, siempre piensas en tener contentos a todos, mi vida, te quiero. -según me tenía abrazado me llevó hasta la cama y nos tendimos en ella.
-Ya que te has quitado los pelitos quiero ver el resultado mi amor. -le aparté un segundo para quitarme la ropa y me coloqué arrodillado en la cama abriéndome las nalgas con las manos.
-Te lo han dejado precioso, antes también lo estaba pero ahora se le ve tan limpito y suave. -colocó los dedos sobre el ano y comenzó a pasarlos con suavidad y delicadeza, ya no podía sentir los pelos, pero si la rugosidad y el fuerte fruncido que lo cerraba.
-Se ve delicioso mi vida, mira como me pones la verga. -se quitó la ropa y de verdad que su polla la tenía a reventar de dura, con el grande rojo-granate muy hinchado.
No se conformó con pasar los dedos y su boca los sustituyó dándome un besito que sonó como un disparo, sacó la lengua y me la pasó por lo arrugadito del ano.
-¡Ayyy! Álvaro, mi vida que gustito más rico. -alcancé con mi mano su cabeza y se la apreté contra mi culo.
-Chúpalo mi amor, mi culito es tuyo.
-Te lo voy a volver a estrenar, está tan cerradito.
-Sí amor, ábremelo con tu lengua, así, si, ...
... si, pero que rico mi vida, prepáralo para tu verga rica. ¡Ummmm! que delicioso me chupas.
Álvaro me estaba volviendo loco y él también lo estaba, le miraba entre sus piernas como se masturbaba el pene, preparándole para conectarse con él en mi cuerpo y sin dejar de lamerme el ano y metiendo la lengua.
-¡Que rico siento! y mi culito tan abierto mi amor, métemela cuando quieras. -intenté apartarme para tumbarme y cogerle entre mis piernas, pero él me sujeto de la cintura y se puso de rodillas con la polla metida entre mis nalgas.
-No te muevas voy a montarte por atrás. -sentí un escalofrío al escucharle su voz imperativa de macho ordenándome, iba a tomarme montándome por detrás como si fuera una yegua…, rendí el pecho sobre la cama y elevé el culo ofreciéndoselo al macho que deseaba montarme de esa forma animalesca.
-Así estás bien para que te entre hasta el fondo. -me dio tres golpes con la verga, primero en el abierto ano y luego en las nalgas, se colocó acuclillado para apuntar la polla en el ano y se dejó caer enterrando lentamente la verga en mi culo.
Le sentía avanzar cuando el gordo glande me acariciaba las paredes del recto, su verga no era tan grande como la de Pablo, pero tenía en cambio ese glande gordo que suplía perfectamente la mayor longitud de la otra polla.
Cuando la tuvo metida toda ella, y sentí la bolsa de sus huevos pegando en el perineo se deslizó para quedar de rodillas detrás de mi culo y se tumbó sobre mi espalda.
-Qué rico culo ...