1. Mi mujer me engaña con mi jefe


    Fecha: 03/10/2017, Categorías: Hetero Autor: titan, Fuente: CuentoRelatos

    ... del hotel, y Héctor manejó lentamente mientras tenía una mano dentro de mi cuquita, yo desabroché su pantalón y tomé su enorme pene en mis manos y comencé a pajearlo y al verte dormido nos detuvimos en un mirador y no resistí las ganas de succionar ese delicioso trozo de carne, pero está tan gordo que solo me cabía la cabeza.
    
    Otra vez interrumpiste nuestros juegos, así que vinimos a casa, temía que te despertaras y arruinaras las ganas que teníamos de coger, pero estabas tan pedorro, que apenas te dejamos en la cama, comenzaste a roncar, así que te quité los zapatos y te cubrí, salimos de la pieza y dejé la puerta junta para sentirte si te levantabas, nos fuimos a la pieza del niño y reiniciamos nuestros juegos de caricias y besos, empezamos a desnudarnos y comenzó a chupar mis tetas con deseo, bajó hasta mi conejito y su lengua empezó a hacer maravillas en mi clítoris, yo también quería chupar su enorme mástil, así que nos acomodamos para un rico 69, me hizo llegar a un orgasmo muy rico, mientras yo había ensalivado muy bien su pene y había logrado meter casi la mitad en mi boca.
    
    Le pedí que me penetrara y me recostó en la cama, separó mis piernas y comenzó una lenta y constante penetración, nuevamente sentí mi vagina llena, dilataba mi cuquita en cada arremetida y eso me hacía gozar, cuando se percató que había llegado a meterlo todo, empezó con más fuerza a taladrarme, levantó mis piernas eran exquisitas sus penetradas, te divise en la puerta, no sé cuánto llevabas ...
    ... allí, pero entendí que estabas de acuerdo porque no hiciste nada, así que me dejé llevar por un tremendo orgasmo compartido con Héctor.
    
    Luego me levanté para ver en que estabas, pisé tu acabada en el piso y sabía que te había gustado lo que viste, te vi durmiendo y volví con Héctor, para mi sorpresa ya estaba de nuevo empalmado así que comencé a comérmelo, mientras él jugaba con mis tetas y luego con mi culo, sabía lo que quería y yo también así que me acomodó un cojín bajo mi cintura y comenzó a jugar con la cabeza de su pene en mi orificio anal. Le dije que calentara mi clítoris antes de entrar y así poco a poco entró su cilindro de carme en mi hoyito, cuando comencé a gemir fue yendo cada vez más fuerte, hasta que se convirtió en un tren de orgasmos y sensaciones, acabando con una abundante corrida en mis entrañas.
    
    Siguió acariciándome y dándome las gracias porque lo había hecho sentir sensaciones que jamás había sentido con nadie, yo también le agradecí lo que me había hecho sentir y seguimos con besos y caricias, esto hizo reaccionar su pene y no pude evitar ponerlo en mis labios y comencé a succionar con tanta habilidad que lo hice acabar en mi boca, luego se vistió y se fue, no sin antes pedirme que ojalá repitamos la experiencia. Así llenita y satisfecha me acosté’.
    
    Cuando terminó su relato mi pene quería guerra así que la afirmé en la mesa de la cocina y clavé mi pequeño pico en su culo y rápidamente le revolví mi leche con la que aun tenia de mi jefe en su ...