3 - Oscuridad total
Fecha: 22/06/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... es natural, me lo dijo mi hermana, me habló de utilizar un bruto mecánico, y vi algunas fotos, me produjeron repulsa.
Hay otra forma, amigas mías lo utilizaron, aunque no te lo aconsejo, fueron desfloradas bebidas, bien bebidas, no se enteraron de nada.
Silencio.
No, prefiero sufrir ese momento, bebo lo normal y en determinadas ocasiones que no son muchas.
¿Alguna vez te lo has montado sola?
No, una vez lo pensé y sentí repulsa.
Vayamos a mi dormitorio.
Cogió mi mano poniéndosela detrás, yo la seguí con muchas dificultades, me dolían los ojos de intentar taladrar las sombras, pero no. Entramos por una puerta, me rocé con la cerradura, suelo con marcas y se detuvo, me movió hasta que mis espinillas rozaron la cama, se sentó en ella, sentí su aliento en un lado de la pierna. Aparté la maleta y me senté a su lado.
Vamos a besarnos y después…, después seguiremos tus señales, tu cuerpo hablará en silencio.
¿Cómo nos besaremos? ¿De pie?
No, empezarás a pensar en la sumisión, paso a paso. El beso será tu acostada y yo en un plano superior a tu lado, y no olvides seguir lo que tu instinto te diga.
No se acostó, seguía sentada a mi lado. Pasé mi brazo derecho por sus hombros y tiré de ella, quedamos atravesados en la cama, su rostro estaba muy cerca del mío, acerqué mis labios a los suyos, tenían un ligero temblor y los apresé con los míos, con suavidad, ella dudaba, ...
... tragaba saliva y su respiración se aceleró.
Debes abrir mi boca con tu lengua y entrar.
Dije dándole tiempo, de nuevo uní mis labios a los suyos, y no tuve respuesta, no importaba, le había anticipado lo que iba a hacer y mi lengua separó sus labios sin encontrar oposición, ella tembló a la vez que se estiraba, estaba tensa, muy tensa. Salí de su boca, tenía cierto sabor lejano al dentífrico, pero yo quería su sabor.
Ya sabes cómo es, ahora quiero que lo hagas tú, vamos a cambiar las tornas, tu encima y yo debajo.
Y me recosté a su lado, ella se incorporó, estaba seguro que me veía cuando yo a ella no y noté sus labios temblorosos.
Lleva tu mano al penetrador.
Obedeció, de esa forma su cerebro tendría dos frentes que atender. Y metió tímidamente su lengua en mi boca, la apresé con suavidad y luego la adentré en su boca, la cual tuvo que abrir más y empecé a robarle su saliva, tenía que descubrirla antes de nada, y tuve la primera respuesta, un lejano gemido obstruido por nuestras lenguas y busqué otra respuesta, llevé mi mano al monte de venus, ella se encogió levemente, me detuve, su cuerpo de nuevo adoptó la misma postura, fue cuando seguí en dirección a su vulva, mis dedos recorrieron sus ingles, y fue bueno, separó ligeramente las piernas, era receptiva.
Mis dedos quedaron en la parte inferior de los labios mayores, y tímidamente buscaron una respuesta muy importante, su humedad.