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Los aseos de la estación de ferrocarril
Fecha: 23/06/2020, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... mi ano. Ya putita, ya la tienes toda dentro. Ya te la he metido toda, te ha entrado toda hasta los huevos. Dios que culito tienes maricón, te has tragado todo mi cipote en tu caliente culito. Pegado a mí, empezó poco a poco a sacar y meter su verga el viejo, haciéndome gemir cada vez que me iba envistiendo con su pelvis, haciendo que su polla me fuese entrando cada vez más profundo en mi culito. Yo veía como la polla del viejo entraba y salía de mi culo, la metía suave y lentamente, la sacaba y la volvía a meter en mi culo muy lentamente. Aquella visión que tenía de la polla del viejo entrando lenta y suavemente dentro de mí, me excitaba aún más. No podía creer que aquel pedazo de verga entrara por completo en mi culito. Dios que excitación sentía viendo como me iba entrando aquella polla y desaparecía tragada por mi culito. Mira putita, mira como te entra toda mi salchicha en el culo, joder que culo tienes, te has tragado toda la salchicha, maricón, te la he metido hasta los cojones y te ha entrado toda. ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba el viejo envistiéndome cada vez más rápido y enterrando su polla más profundamente en mí. Se escuchaba el rechinar de la cama cada vez que me envestía, y sus huevos golpear mi ano cuando me enterraba toda la polla, chof, chof, chof. Dios que gusto estaba sintiendo, notaba el roce de su polla sobre mi próstata, y sus huevos golpear mi culo cada vez que me clavaba su polla el viejo. Tenía mi polla tiesa y dura a ...
... reventar, y se asomaba ya el precum de mi semen en la punta de mi polla, cayendo de vez en cuando una gota sobre mi vientre. Ya llevaba el viejo dándome por el culo un buen rato, cuando noté su polla como aún me entraba más hondo en mi culo, haciéndome abrir los ojos como platos, y abrir la boca soltando unos fuertes gemidos, ¡ohhh, ooohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh! Gemí notando como su polla me entraba aún más en mi culito. Es como si me abriera otro esfínter. Fue la única vez que noté como una polla entraba tan profundamente en mí, y la única vez que tuve esa sensación de que me abrieran otro esfínter. Sin poder parar de gemir fuertemente, notando como me entraba aún más la polla del viejo, mi polla estalló soltando unos trallazos de leche, que llegaron a mi cabeza. ¡Ohhh me corro! ¡ohhh me corro! ¡ooohhh me corro! Gritaba soltando todo el esperma que mis huevos contenían. ¡Ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba sin parar mientras me corría y le clavaba los dedos en el brazo al viejo, sin que este parara de darme por el culo. El hijo de puta del viejo me había llevado al clímax de la excitación, sodomizándome con aquella manguera que se gastaba por polla. Me había dado tanto placer que además de explotar mi polla como si de un géiser se tratara, expulsando el esperma que contenían mis huevos, me había hecho retorcer y llorar de tanto gusto que me había dado al llegar con su larga polla a aquel punto de mi culo. Era como si me estuviera derritiendo de gusto, me había quedado en ...