El Intruso Capitulo 4 - Relatos Eróticos

El Intruso Capitulo 4

... hecho, de hecho nunca la había visto con malos ojos, pero Carmen me había calentado primero, después me liberó de cualquier culpa y me envió a disfrutar de mi sedada hija. Mi pene se deslizaba sobre las nalguitas de mi hija y hasta ese momento me percaté que ella no traía pijama, estaba dormida solo en pantaleta y su blusa, la pantaleta era una muy ligera, muy suave, casi imperceptible, mire en la recámara y vi los pantalones de la pijama sobre una silla, mi pene brinco y mi cadera se movió más intensamente cuando me di cuenta de que Carmen lo planeó todo desde un principio, ella sabía que acabaría quedando yo en la habitación de perlita. Me movía fuerte, como un desquiciado mientras mi mente pensaba como ella planeó eso, ¿o talvez fue ramón? ¿Por eso ella volteo a verlo antes de decírmelo? Sí, eso fue, ellos estaba de acuerdo en sus cosas, no podía haber otra explicación, ahora la pregunta era ¿por qué ramón me había enviado con perlita a través de Carmen? que maquilaban entre los dos, ¿ese era el permiso para involucrarla? ¿Qué yo disfrutara primero de ella y ahora él pudiera hacerlo sin culpa? Mientras pensaba en eso me movía con furia sobre mi niña, al parecer el plan les estaba saliendo a la perfección, sabían como manejarme, puse a mi hija boca abajo y me subí, baje la pantaleta y puse mi pene sobre su raja, ya loco de excitación empuje mi pene, logré meter el glande, mi niña se quejó como queriendo despertar, disminuí la fuerza, pero mi glande siguió adentro. Estaba ...

... respirando muy agitado lo mismo que mi hija, deje pasar unos segundos, vi que ella volvió a su sueño profundo y empuje un poco más, no logre meterlo, mi pene topaba con su barrera virginal, pero la sensación de querer penetrar a mi hija me enloquecía, estuve bombeando su rajita superficialmente, mientras en la otra habitación Carmen seguía gimiendo como loca, escuchaba a medias lo que decían, escuchaba palabras claras y otras no ‐ Si, así a Toñito dale el…. Si así a mi … mi Toñito… si aaahhh Carmen decía cosas que me hacían imaginar otras, yo como mi glande hundido en mi hija estaba todo loco, nunca había sentido tanto placer, para mis adentros agradecía el haber descubierto la infidelidad de mi esposa con mi compadre, si yo no hubiera ido ese día a mi casa, ninguna de estas cosas hubieran ocurrido, ¿qué pasaría más adelante? No lo sabía, pero la sensación de mi glande dentro de mi hija me prometía cosas muy calientes. ‐ Si, en los dos… si mi amor si Carmen seguía diciendo cosas raras, yo estaba en mi punto máximo, pero no sería correcto eyacular en mi hija ¿o sí? De repente me di cuenta de lo que hacía, estaba penetrando parcialmente a mi hija, esta cometiendo incesto, pederastia, estupro y no que más delitos, la culpa me invadió muy fuerte, sentí ganas de llorar, me retire de mi hija y quedé boca arriba. ‐ No te quites, siento rico Mi corazón brinco asustado, mi hija se había volteado y me decía que no me quitara, ¡no estaba dormida! Los sedantes no había hecho efecto como en ...