Cogí con mi novia, su madre y sus hermanas (Capítulo 9)
Fecha: 28/06/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: felodel2005, Fuente: CuentoRelatos
... fue corto y una vez terminó, les dije, “perdón, me llevo a mi novia. Tenemos cosas que hablar”.
Alejé a Gabriela mientras ella me reprochaba “¿Qué haces?”. Seguí en silencio mientras la llevaba hacia el sillón en el que estaba Esperanza pasando el pedo. Una vez que estuvimos ahí le dije, “Siempre me hace lo mismo. Me harté. Esta vez, la cuidás vos, para eso sos la mejor amiga. Me voy, esta noche te encargas de ella”.
- Espera, espera. ¿Cómo nos vas a dejar botadas? – dijo Gabriela buscando que no me marchara.
- Me cansé. Y ahora viene lo bueno. Tratará de ligarse al primer aparecido, respondí, fingiendo que estaba a punto de llorar, cayendo derrotado.
De verdad que le di pesar porque lo primero que hizo ante esas palabras fue acercarse y besarme. Sabía que no podía quedarme allí, había mucha gente que me conocía, que conocía a Esperanza y se me podía armar la de Troya.Conocía la casa a la perfección, así que agarré a Gabriela de la mano y la conduje a la habitación de Esperanza. Cuando entramos oímos unos gemidos, era Majo que estaba en su cuarto, contiguo al de Esperanza, cogiendo con su novio. Eso me alteró más aún.
Empecé a besar a Gabriela desenfrenadamente. Pasaba mis manos por esas piernas delgadas y bien formadas, por ese culito bien formadito. Ella me besaba y pasaba sus manos intensamente por mi pecho. Subí su corto vestidito, pero ella se me adelantó. Bajaba mientras besaba mi pecho y mi abdomen. Desabrochó el cinturón y los pantalones con una ...
... agilidad deslumbrante. Luego lo bajó de golpe, como si se dedicara a desvestir personas. Tomó mi pene entre sus manos y lo deslizó lentamente por su boca. Esa lengüita juguetona chocaba alocadamente contra la cabeza de mi miembro. Sus finitos labios se deslizaban cada vez con más velocidad sobre mi miembro totalmente erecto. No les voy a mentir, no tenía la mejor técnica, pero no estaba mal. No aguanté más, debía sentir de nuevo ese culo hermoso entre mis manos. La tomé de la cara, con firmeza, pero con la suficiente suavidad para no hacerle daño y la halé. Quedó nuevamente en pie.
Pasaron dos segundos y la agarré fuertemente del culo, empecé a besarla, la levanté y la recosté contra la puerta del dormitorio. Corrí su tanga hacia un costado y la penetré. Desde un comienzo con dureza. Sonreía, dejándome ver sus brackets, mientras me deslizaba en su apretada conchita. Con su mano derecha me abrazaba, se meneaba entre la pared y mi cuerpo. Sus movimientos eran un enigma, Estaba moviéndose lentamente cuando de repente empezaba a sacudirse con total empeño; luego paraba, y hacia movimientos circulares mientras su otra mano estaba levantada apretando el puño.
Mientras me besaba mordía mis labios y se quedaba con ellos entre su boca. Esta chica era sensacional. Me pedía que le diera con más fuerza mientras gemía sin reparo alguno. Yo estaba casi al máximo. Ya llevábamos un buen rato, las piernas me temblaban por soportar su peso, además que estaba a punto de correrme. De repente ...