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Las reeducación de Areana (7)
Fecha: 05/07/2020, Categorías: Gays Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... dieran vuelta a la niña y la acostaran de espaldas. Mientras Milena y Marisa cumplían la orden y de la boca sellada de Areana escapaba un hilo de baba, Amalia tomó un par de pezoneras de gran poder de presión y un antifaz ciego y volvió junto al caballete, sobre el cual la pupila ya estaba sujeta de espaldas. Vibró de excitación ante los ojos de Areana en los suyos con una expresión suplicante y de inmediato le colocó el antifaz ciego. Después jugó con los pezones de la pupila hasta que éstos comenzaron a erectarse y rápidamente pinzó uno y otro. El dolor fue intenso, agudo, insoportable de inmediato y Areana renovó sus gemidos y gritos enronquecidos mientras movía la cabeza hacia un lado y el otro con velocidad vertiginosa. No supo la pobrecita cuánto duro semejante tortura mientras se retorcía de dolor todo lo que le permitían las cuerdas que la ataban por muñecas y tobillos al caballete y de su boca amordazada brotaban hijos de baba y gritos ahogados. Por momentos, en medio del tormento, oía algún diálogo entre Amalia y sus asistentes: -En esos moretones le aplican la pomada que ya saben y hielo en los dos cachetes. -Bien. señora. -¿Cree que después de esto ya está lista? -Veremos cuando la someta a la próxima prueba de obediencia. Por fin le quitaron las pezoneras y la sacaron del caballete, arrasada en lágrimas, babeante y disfónica de tanto gritar, sostenida de los brazos por Milena y Marisa para impedir que cayera al piso. Fue la propia Amalia quien ...
... le quitó el antifaz ciego y la mordaza y luego de ver que los ojos de la adolescente estaban anegados de lágrimas le dijo: -Bueno, nena rebelde, espero que hayas asimilado le lección. -Señora, yo… yo ya no soy rebelde… Se lo… se lo juro… Se lo juro… -aseguró Areana con un hilo de voz. -Ya lo veremos… -fue la sugerente respuesta de Amalia, quien luego ordenó a las asistentes que llevaran a la pupila a su habitación-celda y terminaran con el ayuno De regreso al cuarto que le servía de oficina recibió en su celular un llamado de Elena: -¿Cómo va eso? –quiso saber la entregadora. -Supongo que falta muy poco. –comentó Amalia. -Mmmhhhhhhh, qué bueno… -Acabo de darle muy duro y creo que ya la tengo casi quebrada. -¡Qué rápido! –se admiró Elena. -Sí, es que esta pendeja ya era sumisa sin saberlo. Ahora veremos cómo responde a la próxima prueba de obediencia. Si la supera ya está lista para ser graduada. Y decime, ¿su mami cómo está? -Ansiosa y extrañando a su pollita. -Linda hembra la mami. -Mmmhhhhh, sí, es cierto… -La vi una sola vez pero la recuerdo con lindas ubres, gran culo y buenas piernas. -La recordás bien. -Y creo que hasta un poco convenientemente estúpida. –siguió Amalia. Del otro lado se escuchó la carcajada de Elena: -¿Te parece? -Estoy segura. Típica debilucha que no sabe dónde está parada. -Che, ¿qué se te está pasando por la cabeza? -Nada en especial, zorra. Oíme, ¿querés venir a ver a la pichona? -¡¿En ...