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Las reeducación de Areana (7)
Fecha: 05/07/2020, Categorías: Gays Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... quería volver con su pareja sino sumarse a Marisa como asistente y participar del adiestramiento de futuras pupilas. -Interesante… Muy interesante… -opinó Elena mientras, ya consumido el café por parte de las tres, apoyaba una mano en la rodilla derecha de Milena. La asistente le cubrió la mano con la suya, le sonrió, insinuante, y ambas siguieron escuchando a Amalia: -Acepté su ruego y desde entonces está aquí, conmigo. -¿Y qué pasó con Hortensia cuando no le devolviste a su nena? –se interesó Elena. -Vino, reclamó, protestó e insultó, pero tuvo que rendirse a la evidencia cuando Milena le dijo que no quería volver con ella sino quedarse aquí, y la muy putita se lo dijo mientras me abrazaba y me comía a besos. –completó la dueña de casa en tanto se apoderaba con su mano derecha de la otra rodilla de la joven. A Elena la excitaba la dominación y el relato de Amalia la había puesto a punto. Liberó su mano de la de Milena y la hizo ascender lentamente por el muslo, mientras Amalia, al verla, hacía lo mismo con la otra pierna de la asistente, que había comenzado a respirar por la boca. Cuando las manos de Amalia y de Elena llegaron a destino descubrieron que Milena no llevaba bombacha y también comprobaron que de la concha de la joven manaba abundante flujo. Amalia metió dos dedos, jugueteó un instante con ellos adentro y después los extrajo empapados, para acercarlos a la boca de Milena: -Bebé tus jugos, puta… -dijo y la asistente obedeció. Estuvo ...
... sorbiendo sus propios flujos un rato, con los ojos cerrados hasta que por fin Amalia le quitó los dedos de la boca y el ritual recomenzó con los dedos de Elena mientras Amalia le quitaba la musculosa a Milena y se aplicaba a besarle las tetas, a lamerlas largamente y a sorberle los pezones, que por momentos mordisqueaba con cierta fuerza, haciendo gemir a Milena sumida en una voluptuosa mezcla de dolor y placer. -Hagámoslo acá… -dijo de pronto Amalia retirando su boca de las tetas de su asistente. -Sí… sí… -aceptó Elena. –Estoy ardiendo… -reconoció mientras se abalanzaba sobre las ubres que Amalia acaba de liberar. La dueña de casa apartó la mesa ratona y luego derribó a las dos hembras sobre la alfombra. Fue hasta el dormitorio y volvió desnuda, con el dildo del arnés de cintura y un pote de vaselina, Se acercó a ambas mujeres, que se estaban comiendo a besos, con la asistente ya sin ropas, y luego de darles algunas palmadas en las nalgas les ordenó separarse. -Desnudate, Elena, quiero verte con este chiche puesto. –dijo y le dio el dildo de cintura. Elena lo tomó con expresión fascinada y luego de contemplarlo un rato con ojos brillantes lo puso sobre el sofá para desnudarse bajo la mirada caliente de Milena, que se sobaba las tetas con expresión ansiosa. Por fin la visitante exhibió su desnudez, madura y apetecible, y a Milena le costó no echarse sobre ella. -Mmmmhhhh… Nunca te había visto así, querida, y tengo que decirte que los años no pudieron nada con tu ...