48.2 Jean y Denis
Fecha: 20/07/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... contemplación ni piedad. El golpeteo de sus huevos en la entrada de mi culo era un plus añadido a mi placer, excitándome hasta el punto de pedirle que me follara con saña y ferocidad.
-Sigue, fallándome, métela más fuerte. –y gemía sollozando desgarrado, pidiéndole sin parar más y más.
Se excitaba al escucharme gemir y pedirle esas cosas, jadeaba en mi espalda y mordía mi nuca, llenándome con su verga, mojándome con su sudor y ahogándome con el peso de su cuerpo.
-Te voy a llenar de leche, me voy a correr en ti. –su vaivén arreciaba en fuerza y abrí más mis piernas para recibirle entero y sentirme lleno de él.
Notaba la contundencia de sus brutales y últimas embestidas antes de dejar toda la carga de sus huevos en mí. Me sentí morir y elevé mis caderas, para permitir que mi semen saliera a la vez que el suyo me llenaba y después caí rendido, cubierto por su cuerpo, los dos respirando entrecortados y rotos por el placer que resultó grandioso y nos venció.
Al cabo de un par de minutos lamía mi espalda.
-Ha sido genial Daniel, que ganas tenía, y tengo. -se movió ligeramente para que notara la rigidez de su miembro sin salir aun de mi culo. Yo no podía responder ahogado por su peso sobre mí.
-Eres mi hembra, mi mujer. –giré mi cabeza para encontrar su mirada que chispeaba llena de lujuria y poder.
-¿Así me ves? -le sonreía con dulzura.
-Sí. ¿Te opones? -me miraba prepotente y dominante.
-No podría Gonzalo, eres mi hombre y lo que más amo, soy tuyo y ...
... seré lo que desees. –dejó caer su cabeza sobre mi cuello para morderlo apasionado.
-No me dejes nunca Dani, puedes hacer lo que quieres y desees, tener lo que más ambiciones, pero no me dejes nunca, jamás lo permitiré.
Empujaba su verga en señal de posesión, hasta un punto que daba miedo, pero yo sentía el placer inmenso de sentirme deseado de esa manera tan profunda y total.
-Te tengo a ti que lo eres todo vida mía. -apenas podía hablar y seguía montado sobre mi afirmando su posesión.
-Amor, tenemos que prepararnos para recibir a los chicos. –me desenroscó de sus brazos que no querían dejarme.
Me encorvé cuando me alcanzó en mitad de la habitación, y rodeó mi cuerpo llevándolo atrapado para abrazarlo pasando sus brazos por mi vientre.
-Gonzalo, voy a manchar la habitación si continúas apretándome. –notaba como su semen salía de mí y corría por mis piernas, cuanto más me apretaba era más lo que expulsaba por mi culo.
Tuvimos tiempo para ducharnos y cambiarnos de ropa antes de recibir la llamada de André que nos esperaba en la cafetería del hotel con su hijo.
Jean parecía un precioso muñeco de carne y hueso y sonreía cohibido, y algo excitado por la nueva experiencia también. Esperó a que su padre nos saludara antes de extender su mano y la obvié para abrazarle, esperaba un gesto parecido en Gonzalo y solo le saludó estrechando la manita del chaval.
Pedimos algo para beber, Jean portaba una mochila donde supongo que llevaba su ropa, me sorprendió que ...