1. El diablo disfrazado de mujer madura


    Fecha: 06/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alien_system, Fuente: CuentoRelatos

    ... cara y besarnos como desesperados, los dos teníamos ganas de clonchar, aparearnos, fornicar, coger o como le quieran llamar, ella correspondía a mis besos y mis caricias me agarraba por atrás y me daba un masaje las nalgas, a veces pasaba la mano por delante para sentir mi verga ardiente, me besaba mirándome a los ojos, los suyos eran unos ojos de gata, aceitunados a veces color miel, en verdad que sabía cómo manejar la situación, yo me la quería coger, y aunque yo pensara que yo era el de la descripción, realmente todo lo había ella planeado, le había ya bajado su calzón a media pierna cuando ella estaba volteada, porque mis caricias habían iniciado por ahí, la había masajeando y ya ella tenía el calzón casi a media pierna, así que fui bajando frente a ella, donde ya le había besado su cuello, sus pechos, que era la primera vez que los tendría a mi merced, ya que anteriormente por la situación de riesgo en la que nos encontrábamos no había sido posible conocer sus tetas, y en esta ocasión yo ya estaba soltando su vestido que tenía un zipper en la espalda, y pude dejar al descubierto sus hombros los cuales bese, y acaricie, para ir bajando a sus pechos de piel morena, los cuales me di gusto mamándolos, eran pequeños y un poco caídos por haber amantado dos niños, y bueno quien sabe cuántos más se habían amamantado de ahí, ya que cada vez iba descubriendo sus cualidades. En esta ocasión la tenía semi desnuda frente a mí, lo cual solo baje hasta su ardiente pucha y me dedique a ...
    ... mamarle la pucha como en nuestros juegos debajo del mostrador, ya no había tal obscuridad y podía contemplarla ahora si a todo color, me dedique a amarle esa selva tupida de vello púbico, haciendo a un lado sus labios media mi lengua en su cueva y algún dedo para darle masaje al interior de su vulva, ella solo de paraba de puntitas, al sentir las embestidas de mi dedo o mi lengua, mientras solo apoyaba de la mesa y con la otra mano acariciaba mi cabeza para llevar el ritmo de mis embates en su ardiente pucha, por fin podía tenerle frente a mi desnuda así que recorrí su cuerpo a voluntad, ese cuerpo de mujer madura, estaba más que caliente y se le notaba en las gesticulaciones de su cara de guarra calenturienta, ella misma me iba quitando la camisa y desabrochar el pantalón, me besaba el pecho me acariciaba, era una experta en conocer lo que un hombre requiere en ese momento, ya que recorrió mi cuerpo con sus labios, acaricio mi pene, lo chupaba mientras con sus ojos color miel me miraba, yo la detuve, ya que no quería terminar en su boca me urgía y el motivo de esa visita mañanera había sido ella, y mi mente no estaría tranquila hasta no cumplir mi propósito de cogerme a esa putita calienta vergas, así que ya con mi tranca de fuera y bien lubricada, agarre a Olivia y la bese en los labios mientras nos veíamos a los ojos como retándonos a dar el siguiente paso, el cual ella misma se encargó de dirigir la maniobra de mi tranca para que se colocara frente a su cueva ardiente, la ...
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