Mi querido Primo - Relatos Eróticos

Mi querido Primo

... sin hacer ruido se mantenía en silencio. De pronto el se movió como acomodándose para dormir y me topo con su brazo en una de mis nalgas. Yo al sentir el calor de su brazo comencé a pensar y a recordar el tamaño de su paquete, Estaba inquieto y me sentía raro, la curiosidad me embargada los pensamientos.

Algo me empujaba al deseo de tocarlo. ,,El nuevamente se movió y yo sin pensar ni perder tiempo aproveche la situación. También me moví corriendo mi cuerpo hacia él quedando nuestros cuerpos en contacto. Se quedo en esa posición sin moverse y podía sentir su paquete tocar mis nalgas por sobre nuestra ropa interior. Cada vez sentía mas curiosidad y no me aguante mas, lleve disimuladamente mi mano hasta su paquete, el no se movió se mantuvo quieto. Al parecer esperaba una seña más clara. Finalmente me decidí, era tal mi inquietud que suavemente metí mi mano por entre su ropa interior llegando en segundos hasta ese

urtito que me habia perturbado tanto desde que lo habia visto en el río. Al fin logre salir de mi curiosidad.

Tenia en mi mano esa inmensa y larga masa de músculo que crecía mas y más con mis caricias. Una sensación de ternura me causaba él sentirlo. No podía salir de la impresión me perturbaba totalmente su tamaño y su suave piel.

Mi primo ya entusiasmado comenzó a tocarme lentamente y muy pronto sentí que sus manos tocaban y apretaban mis glúteos. Con inseguridad y poco a poco el entraba en confianza y comenzaba a explorar mi cuerpo.

La verdad y debo ...

... confezarlo, me encanto sentir sus caricias las que lentamente se hacían mas atrevidas y audaces.

El calor de sus manos me estremecer por completo y una rara sensación se apoderaba de mí al sentirme que sus manos recorrían mi cuerpo. Una sensación de escolifrios, cosquillas como una corriente muy agradable me provocaba sus dedos al tocar mi piel. Realmente no sabia por que sentía todo esto y algo me empujaba a seguir adelante todo era muy agradable en esos momentos.

Sin saber que más vendría y en que terminaría todo ese raro juego. Me tenia encendido y todos mis sentidos locamente alterados al sentir sus caricias.

Después de un largo rato tocándome y yo jugando con su palito. Comenzó a sacarme los calzones a lo cual yo instintivamente le ayude levantando mi cuerpo para que lo hiciera sin poner obstáculo.

Todo lo que pasaba era como habitual y de antemano sabia yo que debía hacer y como responder a sus requerimientos. Era como si previamente me hubieran enseñado a como comportarme para satisfacer a un macho.

Tan en las nubes me tenia que me estremecí al sentir el calor de su cuerpo apegando al mío, solo en ese momento me percate que sé habia desnudado por completo.

Haaa que delicia y grato placer provocaba su cuerpo restregándose al mío, me hacia delirar el calor de su piel y temblaba completamente mi cuerpo cada ves que mis nalgas eran tocadas por su pene, duro y largo en toda su plenitud. Me agradaba de tal manera él sentirme rodeada por sus brazos y solo me ...