MI DULCE Y APASIONANTE ESPOSA TERESA 5
Fecha: 03/08/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... una decisión que solo yo sabía: Pediría en mi oficina mis vacaciones acumuladas, y me iría de viaje con Tere por un buen tiempo. Era un buen momento, íbamos a cumplir 2 meses de casados. Ese día en casa, le comuniqué la noticia. Ella saltó de emoción y de gusto.
- “¡¡Adonde iremos, que vamos a hacer!!” Me preguntó emocionada.
- Iremos a Santo Domingo, allí tengo conocidos, es bonito, y un buen lugar para disfrutar lo que creo que a ti tanto te gusta. ¿Necesito decirte qué?
- ¡¡No, no, ya entendí!! ¿En serio? ¡¡Como, donde, cuando!!
- Ten paciencia, ya lo verás. Por ahora ¡¡A preparar las maletas!!
- “¡¡Yuhuuuu…guauuuuuuu!!” y emocionada, comenzó a alistar nuestro viaje.
Al día siguiente, después de acomodar todo en el vehículo, partimos contentos a la ciudad que iba a ser el escenario, de algunos de los más encendidos episodios de nuestra vida de pareja.
Al llegar, nos hospedamos en un hotelito provisto de discretas cabañas independientes, cerca a la playa. Yo deseaba estar preparado, por si teníamos que tener una sesión de sexo solos, o con otras personas más. El resto del día, aprovechamos para conocer más la ciudad, y saludar a algunos amigos. Al día siguiente, la llevé a la playa, lugar donde el cual su esplendoroso cuerpo, provocó una estampida de todos los morbosos y pajeros que allí se encontraban. Tere estaba feliz de verse admirada y deseada; y aunque nada me había dicho, ella esperaba que yo le diga cuál iba a ser el plato fuerte de la noche; ...
... pues durante los últimos 20 días, ella no había probado nada.
- “Bien, quiero que sepas que aquí no habrá bailecitos ni coqueteos en sitios rosa, te voy a llevar esta misma noche a la zona de candela, donde el sexo se ve y se siente. Solo escucha esto: Hoy no vas a culiar, te voy a hacer culiar. ¿Entendiste?
- Ella, con cierta expectación, y emoción contenida respondió con una sonrisa cómplice: “Si mi amor, lo entendí todo”
Al sitio al que llevé a Tere no era un prostíbulo, era un lugar muy animado donde se baila salsa, se toma cerveza, y se reúnen hombres rudos, putas, y chicas que van en busca de verga. De hecho, no era un sitio de fiar.
Todo el amplio espacio giraba alrededor de una pista circular de baile, hecho con madera, que giraba lentamente, y circundado por más de 25 mesones, amoblados con sofás muy mullidos y cómodos. A un costado se hallaba un bar larguísimo, lleno de butacones altos, repleto de bebedores y mujeres de dudosa procedencia. En un pasillo adyacente, se encontraban las habitaciones de alquiler. El ambiente estaba muy animado, y Tere, vestida con un shorcito muy estrecho, mostraba sin tapujos sus abundantes encantos de mujer. Sin duda, era una de las más bellas mujeres que allí se hallaban, y su aspecto incitante puso más leña al fuego que allí se cocinaba al calor de los tragos, los gritos, el baile, y el sexo; que palpitaba en cada mirada de ellas, y de los rudos machos que se disputaban sus preferencias.
A mi lado, muy emocionada y ...