1. MI DULCE Y APASIONANTE ESPOSA TERESA 5


    Fecha: 03/08/2020, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... curiosa se hallaba Tere. Se inclinó a mi oído diciéndome: “¡¡Uy papito, aquí sí que hay ambiente!!” Se la veía sumamente dispuesta a divertirse, estaba contenta, y reía. Me parecía sentir que ella se hallaba muy cómoda y anhelante de formar parte de ese loco espacio de la gran zona roja de esta ciudad tolerante.
    
    Después de pedir cervezas, y con las primeras notas de una canción de salsa, saqué a Tere a bailar a la pista. Este ritmo es fuego puro, y no hay música más indicada para exaltar la cualidad de los bailarines; y el calor del sexo que este sonido; lleno de trompetas, tambores, y el seco y rítmico golpeteo del cencerro, encierra y desata en la sangre.
    
    Tere; desde el primer momento, convirtió a la pista en un volcán. Con una sonrisa contagiante y seductora, giraba en un torbellino sensual, bello, y carnalmente mundano. Sus pasos de baile vertiginoso, arrebatado; convirtieron el ambiente en un remolino de pasiones, que desató una oleada de aplausos y gritos de gozo de toda la gente que llenaba el local. “¡¡Ven a ver bailar a esa Puta!!” gritó un negrito flaco a su amigo. Y este, con una botella agitándose en su mano, emocionado exclamó: “!!Ayayayyyy…buena…que buena esa puta ricaaaaa!! Y enardecido, ensayaba un baile primitivo y frenético. La sensual aparición de Tere exaltó el ambiente al rojo vivo. Su presencia mundana de mujer, disparó los deseos de todos los ánimos varoniles, que comenzaron desde ese momento a observar y asediar a la rica hembra que había ...
    ... endurecido los penes de todos esos machos. Ellos daban por cierto que era una puta, y se dispusieron de inmediato a ver la manera de llegar a ella, y ver que prometía.
    
    En estas tierras la cosa es seria, y si una hembra buena se aventuraba por esos lares, se daba por entendido que iba en busca de diversión y de sexo. Para ellos, la presencia de esa puta tan voluptuosa aseguraba una noche alegre y ardiente, y abría para los machos más decididos, la inmediata posibilidad de conquistarla y culiarla.
    
    Y así fue, apenas nos sentamos, un tropel de caníbales se acercó a nuestra mesa a buscar bailar con ella, o simplemente observarla de cerca, disfrutando con ojos vehementes las abultadas curvas de su cuerpo. Lo preocupante de esto, es que reinaba entre ellos una gran agitación. El olor de la carne de una mujer fácil los había excitado, y un enjambre de varones duros, propios de ese ambiente, nos rodeaba con distintas intenciones; ninguna de ellas buena. Mi esposa, aunque algo asustada, les sonreía a todos (¡¡Ah…las mujeres!!) actitud que les confirmo a ellos, que esa riquísima hembra era una Puta fácil, y que estaba lista para ser abordada, por aquel que tenga más audacia.
    
    De pronto, uno de ellos, el más temerario, sin fijarse en mí, la tomo con firmeza de su mano halándola; y haciéndola poner de pie, bailó cogido de su cintura un Son Cubano, mientras le hablaba algo al oído, con una pose insinuante y resuelta de varón. Yo, estudiando su conducta, vi que Tere estaba pálida y muy ...
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