1. Un viaje inesperado...


    Fecha: 04/08/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... garganta, luego la saca y me masturba mientras chupa mi glande lo lame con su lengua. Noto que ya no puedo aguantar más y se lo hago saber parando un poco su mano, ella lo entiende y acelera con su boca rodeando mi glande. Me corro con 5 grandes chorros que recibe ella en su boca. Cuando nota que he acabado la saca lentamente y mirándome me enseña toda mi leche en su boca. La cierra y se lo traga, para acabar dándome otro morreo.
    
    Es el momento de pellizcarme para ver si había sido un sueño, pero no hace falta, había sido muy real. Nos componemos las ropas sin decir nada. El tren anuncia que en 10 minutos llegaremos a Chamartín. Ella me dice que se va al baño mientras yo intento poner mi cuerpo, mi ropa y mi cabeza en orden. Reviso el móvil y lo dejo fuera porque quiero pedirle su número. Me quedan 5 horas para coger el siguiente tren que sale hacia Granada desde Atocha y, aparte de hacer el trasbordo, no me importaría pasar un tiempo con ella, no sé si se queda en Madrid o viaja hacia otro sitio. Pasan los minutos y ella no vuelve. Justo cuando el tren está casi detenido ella ...
    ... regresa. Recoge su mochila del compartimento y se acerca a mí. Me da un abrazo y noto como mete algo en el bolsillo trasero de mi pantalón mientras me susurra “me has hecho el viaje muy ameno, te dejo algo para que te acuerdes de mí”. Y con estas palabras y un pico en la boca salió disparada del tren sin dejarme tiempo a mí de salir tras ella, ya que aún tenía mi mochila en el compartimento de arriba. Cogí todo con toda la velocidad que pude y salí del tren con la esperanza de encontrármela, pero ni rastro. Llevé mi mano al bolsillo esperando que allí hubiera una nota con su número de teléfono pero al meterla noté un pequeño trocito de tela empapado, era su tanguita.
    
    Con rabia salí del andén, y como tenía tiempo hasta el siguiente tren, me metí en una cafetería, mi chica me había dicho que la llamase en cuanto llegara a Madrid. Aún tardé unos minutos, ya que mi cabeza prefería recordar lo que había pasado.
    
    Tras la llamada y una coca-cola fui hacia el metro, me quedaba la segunda parte del viaje, que yo suponía sería mucho más tediosa que la primera pero… ¿sería así?
    
    Continuará… 
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