Delicioso y Prohibido II. La seducción de Diego
Fecha: 26/08/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Kalinero, Fuente: SexoSinTabues
... mis hombros. – Cómeme, cómemelo todo. - Me puse en cuclillas y me metí su pene en la boca como el día anterior. Con la cabecita del pene tomada por la base por los labios, comencé a lamerle con la lengua, sobre todo debajo, que era donde mi exmarido me había enseñado que era mejor. Diego se fue escurriendo por la pared de la ducha hasta quedarse sentado en el suelo, y yo acabé agachada con las rodillas y los codos en el suelo. Diego cerró sus piernas y noté el calor de sus muslos en mis orejas. Estiró su mano y comenzó a acariciar mi pecho. Me puse de lado para que me pudiera tocar mejor. Comencé a utilizar mi boca como si fuera mi vagina y empecé a chuparle, a meterme y sacarme su miembro rápidamente mientras estrechaba la apertura de mi boca. El agua me caía en la espalda. Me gustaba. Diego estaba muy excitado. Me advirtió que se iba a correr. Saqué el pene de mi boca y empecé a restregar mis senos por su polla, mientras le miraba, con esa cara de gata encelo que se me pone cuando estoy excitada. Vi asomar su leche y salpicarnos cuando salió disparada de su pene, para esparcirse por todo su cuerpo al contacto con su piel mojada y el agua que caía. Me abracé a él para sentir su pene en movimiento entre mis pechos. Luego seguimos los dos en la ducha. Yo comencé a enjabonar a Diego y luego le quité el jabón con la ducha. Después me tocó a mí. Diego me enjabonó por todo el cuerpo. Pasó la manopla por todo mi cuerpo, incluso la metió entre las nalgas. Metió la manopla entre mis ...
... muslos, y yo que estaba muy caliente, no pude reprimir un gemido de placer. Entonces cogió el teléfono de la ducha y comenzó a pasarlo por mi cuerpo, muy cerca. Aquella sensación era deliciosa. Al pasarlos por mis pezones se me pusieron a cien. - No sabes cuantas veces he soñado con este momento, Mamá. - Me dijo Parecía que lo tenía todo planeado, desde luego. Sabía dónde tenía que dirigir el chorrito de agua y nada quedaba al azar. Puso el chorrito entre mis nalgas. Sentí el cosquilleo en el mismo agujero. Luego paseó el teléfono por mitad de mis piernas, haciendo que el chorrito se estrellara contra los labios de mi sexo y mi clítoris. Comencé a gemir de placer, y entonces comenzó a pasear su mano por mi coño, mientras enfocaba el chorrito a mis pechos, que yo me manoseaba. Me eché contra la pared, apoyando la espalda pero echando mi vientre hacia adelante. Un cosquilleo intenso comenzó a bajar de mi vientre hacia mi sexo y en uno instantes mis gemidos y mis convulsiones armónicas, y el baile de mi sexo sobre la mano de Diego, lo hacía sentir exultante. Había masturbado a su madre. Al llegar Juan de la calle le guiñe el ojo y le sonreí. Volvió a menear la cabeza de un lado a otro como diciendo “Esta mujer es increíble”. -Esta noche lo dejas entrar a él- Le dije a Juan, que ponía cara de circunstancias. –Bueno. Qué le vamos a hacer. - Le di un beso y lo consolé. – No te preocupes, para ti serán las siestas y la mitad de las noches. - Pareció que le alegró escuchar aquello. ...