Extraña situación - Relatos Eróticos

Extraña situación

Estar en pareja nos hace más sociales compresivos y tolerantes, amar y ser amada aumenta nuestro ego, nos hace más felices, sin embargo, los parámetros del querer, no son constantes el tiempo invariablemente afecta nuestras creencias y hasta nuestra idea de moralidad se ve alterada, romper paradigmas puede resultar delicioso, cambiando en definitivo nuestro modo de vida.

Esta es la historia de cómo en un momento decidimos entregarnos a una situación ligada a un sano libertinaje.

Mi nombre es Claudia felizmente casada con Fernando, devotos padres de dos hijos ya adolecentes, me considero una mujer atractiva, dedicada madre y esposa, profesional del comercio exterior, muy activa en mi trabajo para una trasnacional.

Fernando un excelente padre, siempre profesa su amor hacia mí, atractivo, alegre, compartimos aficiones, nos gustan las fiestas, bailar, el buen comer, fiel a sus amistades.

Estábamos en pleno verano, nuestros hijos se encontraban en un campamento fuera de la ciudad, disfrutando del asueto escolar, gracias a la situación nuestra cotidianidad resultaba más relajada, aprovechábamos el momento para salir reunirnos con amistades y pasarla bien.

Ese fin de semana teníamos una reunión en un conocido lugar de la ciudad con un grupo de amigos, con la particularidad de que nos veríamos con una vieja amistad mutua, Roberto es un amigo de la infancia de Fernando, él vive a las afueras de la capital y decidió quedarse el fin de semana.

Roberto es divorciado ...

... padre de un hijo, el cual ve esporádicamente ya que su exesposa vive en otro país, su amistad con nosotros se remonta a varios años atrás, mas con Fernando que son amigos desde la infancia, Roberto es muy extrovertido y simpático, siempre sonriente gran bailarín, es el alma del grupo, aunque lo vemos poco.

Esa tarde éramos un nutrido grupo, la reunión trascurría entre risas y baile, se extendió hasta bien entrada la noche, llegando a cierta hora, la mayoría ya cansados nos disponíamos a retirarnos.

Roberto estaba más alegre que lo normal debido a la ingesta de alcohol, a lo que Fernando se ofrece a llevarlo, una vez en el auto, nos indica que no se ha chequeado en el hotel a lo que lo invitamos a quedarse en nuestra casa, este acepta de inmediato.

Al llegar al apartamento lejos de acostarnos seguimos bebiendo, chiste tras chiste, risas, la velada pasaba amena, al rato Roberto, exclama tengo una sorpresa!!!, acto seguido saca de su bolso un paquete con mariguana, me sorprendo diciendo que estamos abusando, a lo que Fernando responde, solo es una travesura, enrolan el porro y los tres, fumamos plácidamente, el efecto narcótico no se deja esperar, mi metabolismo se enlentece y aletarga mi visión de los acontecimientos.

Las risas se intensifican cualquier cosa se ve graciosa, el sueño, está por vencerme.

Me despido, ellos en un tono burlón, me recriminan mi corto aguante, llego a la habitación, está muy caliente me desvisto y activo el clima artificial, me arropo ...