Esta me la pagas
Fecha: 12/09/2020,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos
... pero que hoy me asqueaban. Traga guarra, come putilla, eso es zorrita.
Acaba ya, pensaba. Pero se detuvo, ordenándome que le comiera los huevos. No me quedó otra. Mírame, me ordenó, para taladrarme con sus ojos de rata y su asquerosa lengua. Ves como eres una puta, una zorra calientapollas, eso es límpiame los huevos furcia, toda la noche haciéndote la digna y no eres más que una puta de carretera que sale a follar mientras deja al novio en casa.
Se me llenaron los ojos de lágrimas que no quise que viera, así que cambié de tarea. Me la metí de un golpe, profundamente, y sorbí con decisión. Córrete ya hijo de puta.
Di en la diana. Mejor dicho, él disparó abundantemente contra mi garganta. Me retiré instintivamente, pero su mano me lo impidió. No me importa que se me corran en la boca y me trago el semen si no me queda más remedio, pero no pude evitar la arcada al notarlo bajar por mi tráquea.
Logré abrir la puerta del coche para escupir el trago más amargo de toda mi vida, pero sólo solté saliva. Un millón de asquerosos antoñitos ya debían estar llegando a mi estómago. Ese pensamiento me provocó el vómito, decorando el precioso acantilado de ostras, vieiras, carpaccio de salmón y trufas, regado todo con vino, cava y gin-tonics.
Cuando me incorporé, estaba muy mareada. Apoyé la espalda en el asiento de nuevo, tratando de detener mi cabeza que no paraba de rodar. Así las tiras del vestido para cubrirme e intenté relajarme, pero la lengua de aquel cerdo seguí ...
... percutiendo. Qué bien me la has chupado, ves como no ha sido para tanto, y otras lindezas por el estilo que prefiero no recordar.
No perdí el conocimiento en ningún momento pero sí la energía, por lo que no pude evitar que el tío descubriera de nuevo mis pechos y volviera a sobármelos. Basta, pedí, déjame, pero solamente respondía con sucios cumplidos. Tampoco tuve fuerzas para oponerme cuando volvió a inspeccionar entre mis piernas. Las cerré, pero no con la suficiente fuerza. Llegó a mi sexo y me lo acarició, incómodamente, pero tuve que escuchar como me llamaba zorra por estar empapada como una perra. Algo de flujo debía haber, seguro, pues chupar una polla siempre me ha excitado, pero juro que no había sido el caso.
Oí voces en ese momento. La parejita había vuelto, sin duda. Entreabrí los ojos, pero no vi a Mamen. Quim le dijo a su hermano que se había quedado meando. ¿Qué tal esta le preguntó? Ambos de pie fuera del coche charlando de mercancía como si yo no estuviera allí.
-La chupa de vicio, pero no me ha dejado follarla. ¿Y tu zorrita?
-Una auténtica zorra. Le he hecho lo que me ha dado la gana y seguía pidiendo más. Me parece que me he llevado el premio gordo de la empresa.
-¡Qué cabrón! Y yo con esta calienta pollas.
-¿Quieres que cambiemos? –Hubiera abierto los ojos como platos si hubiera tenido fuerzas, pero no pude. ¿Ese era el mismo Quim que se había comportado como un galán toda la noche, educado, divertido, afable, que parecía que no quería ir ...