1. El encargo de mi Jefe (segunda y última parte)


    Fecha: 12/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: tommmy, Fuente: CuentoRelatos

    ... reservaste, sólo pediremos una cama sencilla más.
    
    ¿Y ahora qué hago? Mi esposa se va a enojar pensé, tanto que nos costó decidirnos ¡para que de pronto llegue y le diga que se salga porque vienen dos!
    
    —¿Nos vamos? —preguntó él.
    
    —Está bien acompáñenme —subimos al coche y le dije a Arturo— quiero ofrecerle una disculpa, solo reservé una habitación, pero si gusta les busco otra en otro hotel.
    
    —No, para nada, ahí está bien y más sabiendo el regalito que nos dejó Ricardo ahí —sonrieron maliciosamente.
    
    ¿Qué? ¡Pinche jefe ojete, ya le había avisado que era el regalo!
    
    —Quieren que los lleve a cenar?
    
    —No, gracias tomamos unos bocadillos en el avión y no tenemos hambre, ¿qué tal esta la muchacha? —me preguntó sonriendo.
    
    —Bien —contesté secamente.
    
    No supe que más decir, el tiempo en llegar se me hizo corto, se bajaron del auto, me pidió la llave y dijo:
    
    —déjanos aquí, mañana te veo a las 9 de la mañana en el lobby gracias.
    
    Y los vi entrar al hotel, tomé el celular y llamé a mi esposa.
    
    —Sal de ahí —le dije— ese cabrón trae un invitado.
    
    —¿Qué? ¿No venía solo?
    
    —De último minuto invitó a un amigo, no me avisaron.
    
    —¿Y les dijiste que estoy aquí?
    
    —Ya lo sabían, el cabrón de mi jefe les dijo cuál era su regalo.
    
    —¿Entonces los dos saben que solo estoy yo? —dijo sorprendida.
    
    —Sí, por eso te digo que te salgas, te espero en el carro.
    
    Hubo un silencio.
    
    —espérame en el carro —me dijo— pero no sé a qué hora saldré, si los dos esperan ...
    ... una puta la tendrán, esto te costará más caro —¡y colgó!
    
    Estuve afuera dos horas caminando y dando vueltas, tenía una erección que no se quitaba imaginando lo que le estarían haciendo y al mismo tiempo preocupación, subí al carro y no sé a qué hora me quedé dormido.
    
    Desperté como a las cuatro, aún nada, cerca de las 5 salió, bajé del carro y me apresuré a recibirla.
    
    —¿cómo estás? —pregunté.
    
    —Me quedé dormida, fue agotador.
    
    Nos subimos al carro.
    
    —¿todo bien? —pregunté ansioso.
    
    Me miró, sonrió y dijo:
    
    —más que bien, me dieron tan duro que mis gritos los debieron escuchar en todo el piso, estoy adolorida, vámonos necesito dormir, después te platico.
    
    En la recamara se quitó el vestido, no traía ropa interior, olía a sexo, y recostándose me dijo:
    
    —ven tócame.
    
    Estaba hinchada y pegajosa.
    
    —no usaron condón? —pregunté.
    
    —jajaja después de la primera hora nadie pensaba en los condones —me dijo, me dio un beso tierno en la boca— ahora sí puedes presumir que eres un semental al menos los cuernos los tienes y bien puestos, ¿quieres que te platique? —sonrió maliciosamente, claro que sí ya estaba excitado de nuevo— pues límpiame con tu lengua donde me clavaron, no tengo fuerzas ni para bañarme —al ver que no me movía tomó mi cabeza, abrió sus piernas y la puso en su conchita aun chorreante— vamos chupa putito que te gustará lo que vas a escuchar.
    
    —“Después que me llamaste estaba muy nerviosa, no sabía si salir corriendo o esperar a dos tipos que no ...
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