Tan chulo era, tanto provocaba, que pedía a gritos
Fecha: 21/09/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... presentar a Maikel (su marido) que seguro que nos caíamos bien.
Ya de nuevo en mi casa, al primero que me encontré fue a D. Julio que me conto muchas cosas y sobre todo que el ambiente en el grupo dominante estaba dividido o por lo menos con grietas y como coincidía que yo había estado fuera, sus especulaciones no tenían nada que ver conmigo, aunque no era así como me había contado Martin por teléfono. Quien comandaba la división era Toño. Al levantarme por la mañana fui a coger el ascensor y no funcionaba la luz estaba roja, por la hora podía ser el portero que estuviera limpiando, me bajé por las escaleras y me encontré con Valle.
La salude y se puso nerviosa, así que nos fuimos hacia la escalera, me dijo que su marido estaba levantado no nos fuera a oír. Hablábamos bajo ella al principio bastante distante y al minuto, no se sabe cómo, nos estábamos comiendo la boca y metiéndonos mano. El peligro de ser pillados nos ponía más cachondos. Cuando intentaba quitarle las bragas me decía, que no que estaba loco, pero no dejaba de sobarme el paquete. Logre bajárselas un poco nada más, lo suficiente para que mis dedos tocaran su clítoris. Sabía que lo estaba haciendo bien por cómo se movía, era una gozada ver como la desarmaba. La única mano que llevaba ocupada, que era la que agarraba su bolso, se abrió y lo dejo caer, sonando en el silencio de la escalera. Oímos como el portero preguntaba si pasaba algo, pero como no dijimos nada, el hombre siguio a lo suyo.
Muy bajito ...
... me decía que no me para que fuera más rápido, estaba a punto, lo sabia y desacelere mis movimientos, ante lo que ella me apretaba mi rabo. Me bajo la cremallera, pero no era capaz de sacar mi rabo al estar tan duro, me desabrocho el pantalón y a hora si me hacia una paja en condiciones. Hice que se apoyara en el pasamanos y volvía con las tonterías del no, pero en el momento que noto mi rabo, se acomodó, sin dejar de decir no y se lo metí. No tuve que hacer mucho, se corrió enseguida. Aunque eso no la hizo quitarse, porque siguio moviéndose y recibiendo mis embestidas. Al poco estábamos los dos apunto, ella me quería decir algo pero no la entendía y al final nos corrimos los dos, con fuertes embestidas por mi parte. Me recrimino que me hubiera corrido dentro de ella, no por nada, sino porque ahora iría chorreando todo el tiempo. Me mando que me bajara yo delante que ahora lo haría ella.
Al llegar abajo me entretuve hablando con el portero. Apareció ella y el portero le dijo, buenos días doña Valle y ella nos saludó a los dos y a mi diciéndome que creía que me había mudado que llevaban mucho sin verme. Esa mañana me encontré con varios vecinos y el recibimiento fue dispar, pero aun así mejor de lo que esperaba. Una cosa estaba clara Toño, era el que influía a los demás, si lo tenía a él en contra, la mayoría estaría como mínimo distante conmigo. Esa día provoque encontrármelo y una vez que lo conseguí, hable con él. A él le gustaba siempre quedar muy bien, al ser directo al ...