1. Tía viuda por el viagra: (1) finde, sexo a full


    Fecha: 21/09/2020, Categorías: Incesto Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... necesita, llevé su cabeza sobre mi pecho para que hiciera las veces de confesionario, dejarla vaciar sus ganas de contarme: “te dije que era un hombre que se había calentado en extremo conmigo, me persiguió hasta conseguirme, hacerme el sexo era una prioridad vital, el amor venía entremezclado, el apetito sexual por hacerme era la desmesura misma. En los comienzos lo hacía hasta cuatro veces al día, no sé de dónde sacaba tanta vitalidad, era un enferme del sexo, me costaba seguirle el tren, tampoco era demasiado generoso, diría que estaba pendiente de su propia calentura, me lo hacía por delante y por atrás, ahí fue algo más complicado, la tenía gorda, así como la tuya y cuando me hacía la cola era algo serio.
    
    Sabía respetar la veda que imponían mis reglas, en verdad era un alivio, pero “en esos días” fue cuando comenzó a hacer el culo, claro que las cremas suavizaban bastante el impertinente grosor de su poronga, pero cuando la calentura se imponía perdía la poca delicadeza previa y me la mandaba con la bruta urgencia que moviliza la contundente eyaculación. En más de una ocasión, repetía con un segundo polvo, fue así que aprendí a pajearlo y hasta ...
    ... mamarlo para poder calmar sus increíbles raptos de calentura, no tragaba su semen, no sabía bien como el tuyo, cuando se salía de mi boca se tendía boca arriba para tomar un respiro de su intensa agitación, yo me ponía un poco de lado, vaciaba el semen en mi mano que luego limpiaba en una toalla que siempre tenía bajo la almohada”
    
    - Ufff, necesitaba contar esto, gracias por escucharme.
    
    Tomé su cara entre mis manos, su boca en mi boca y me comí todos sus besos, hasta los más obscenos.
    
    Durante el resto de ese finde tuvimos sexo a diario, en la mañana justificaba que salía a correr y luego me tomaba un café en un barcito del centro, no me faltaron excusas para un “rapidín”.
    
    Al regreso seguimos en contacto por skipe y por el teléfono, realmente fue una deliciosa relación, en el primer viaje solo, con la excusa de contratar una reparación en la casa fueron dos días a sangre y fuego, cogidas y recogidas de antología, que por extenso y la excitación provoca memorarlo amerita un relato aparte.
    
    Conocer tu comentario me importa mucho, cuéntame en[email protected] con gusto responderé tus preguntas. Te espero mañana en la continuación.
    
    Lobo Feroz 
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