1. Familia caliente


    Fecha: 13/10/2017, Categorías: Transexuales Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... efusivos que se daban cuando él llegaba del trabajo, se dieron un corto beso en los labios. Ni uno de los dos lo había planeado, sin embargo lo hicieron simultáneamente. Estaban tan sincronizados, y se entendían tan bien que el impulso surgió en el mismo instante. Ambos fingieron que nada había pasado y se sentaron en el living a charlar sobre la serie que estaban viendo hace unas semanas.
    
    Llegó fin de año. La escuela terminaba por fin. Cuando Juan llegó por la tarde Micaela estaba todavía con el jumper puesto. Abrazó a su padrastro más fuerte que nunca.
    
    β€” Por fin egresé. β€” le dijo. Él la felicitó.
    
    β€” ¿Y Facundo? β€” le preguntó.
    
    β€” No sé, viste que a veces desaparece.
    
    β€”Es cierto, seguro que vuelve de noche. β€” Comentó Juan y le acarició la mejilla β€” estoy muy orgulloso de vos.
    
    β€” Gracias. β€” contestó ella. Se miraban a los ojos sin poder apartar la mirada del otro.
    
    Y entonces se dieron un beso, largo, y apasionado. Se abrazaron más que nunca, recorrieron con desesperación el cuerpo del otro, sintieron el gusto delicioso de sus lenguas, se tocaron por donde siempre tuvieron ganas de hacerlo. Él metió la mano por debajo del jumper, ella sintió el falo duro que se escondía detrás del cierre del pantalón, él la agarró de las nalgas y la levantó, para que ella abrazara su cintura con las piernas.
    
    β€” No le puedo hacer esto a Marta. β€” dijo Micaela. Sólo en ese momento pudo reconocer para sí misma lo que sentía hace mucho por su padrastro.
    
    β€” No te preocupes, no ...
    ... se va a enterar nunca. Así no la vamos a lastimar. β€” le prometió él.
    
    Era todo lo que necesitaba para seguir adelante.
    
    β€” Haceme el amor. β€” le rogó, lo abrazó del cuello y le dio otro beso.
    
    Él la llevó hasta su cuarto, el mismo donde dormía con Marta. La acostó sobre la cama, metió mano por adentro de la falda del jumper, y tironeó la bombacha hacia abajo. La tela blanca recorrió el muslo, las rodillas, y cuando llegó al tobillo, Juan se la sacó, la dobló prolijamente y se la guardó en el bolsillo.
    
    β€” Me calentás mucho princesa.
    
    Ella sonrío, tenía una mirada risueña, estaba ansiosa, como una niña a punto de abrir una caja de regalos, pero lo que abrió ella fueron sus piernas. Juan se tiró encima de ella, no pensaba desnudarse, si su esposa o su hijastro aparecían no tendrían tiempo de vestirse. Se abrazaron, quedaron pegados uno con el otro, con los brazos y las piernas enredados entre sí, frotándose por todas partes con todas su extremidades, besándose, sintiendo que la locura se apoderaba de ellos.
    
    Juan presionaba su falo duro en el pubis de ella. Le besaba el cuello. Micaela sentía el cosquilleo delicioso que le generaba la lengua de su padrastro, torcía el cuello por inercia pero no quería que pare, le susurraba β€œsi” al oído mientras le acariciaba la espalda y sentía la dureza del hombre. Abrió sus piernas más, dobló la falda varias veces hasta que quedó tan corta que sus muslos quedaron desnudos y la tela sólo cubría una parte del trasero.
    
    β€” Haceme el ...
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