Una noche con mis amigas
Fecha: 28/09/2020,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... escotada como para voltear a verla. Finalmente, yo vestía una minifalda color verde esmeralda, junto con mis zapatillas del mismo color y un cinturón blanco que combinaba con mi blusa de mangas cortas que al igual que la de Mónica era de color blanco.
Ya una vez dentro de la sala de cine, nos acomodamos en nuestros lugares y nos preparamos para que comenzara la función. Siempre hemos tenido la costumbre de sentarnos en la parte de hasta atrás ya que siempre hay gente que habla mucho durante la función y eso nos molestaba, aunque en realidad aquella noche la sala estaba prácticamente vacía y la teníamos solo para nosotras, lo cual no era mucho de nuestro agrado tratándose de una película de terror.
Comenzó la película y todo iba bastante bien hasta que iniciaron las escenas escalofriantes que en muchas ocasiones te hacen saltar del asiento. Conforme avanzaba la película estábamos más cerca una de la otra, en la típica posición de cuando una está aterrada. Las tres estábamos entre abrazadas y tomadas de las manos. En ese momento creí ser la más valiente de las tres ya que estaba sentada en medio de mis amigas mientras cada una me abrazaba más fuerte conforme la película seguía avanzando, aunque debo de admitir que yo estaba aterrada también. Así fue nuestro comportamiento durante toda la película entre abrazos y sustos, pero hubo un momento durante la función que realmente me sorprendió y me dejó sin aliento por un momento, ya que en uno de esos sustos, la mano de ...
... María en lugar de ir a mi mano y apretarla, fue directamente a una de mis piernas desnudas a causa de la minifalda que vestía. Lo primero que pensé fue que había sido un acto reflejo a causa del susto, pero la escena ya había pasado y su mano no la quitaba de mi pierna. La situación no me molestó ya que era mi amiga y de mucha confianza, pero me sorprendió mucho ya que nunca había hecho algo similar o tenido algún comportamiento parecido. Supongo que pensó que la sala estaba muy oscura y nadie la vería, pero aunque nadie la pudiera ver, ni siquiera Mónica que estaba también a mi lado, yo sí la podía sentir. Pasaban los minutos y me preguntaba si en algún momento retiraría la mano de mi pierna, ya que hacía bastante rato sin que pasara alguna escena como para que me apretara la mano o el brazo después de pegar un nuevo salto a causa del susto, pero para mi sorpresa, a pesar de las escenas que le siguieron a la película, que por cierto también eran de dar mucho miedo, María se mostró bastante tranquila y en lugar de quitar su mano, comenzaba a apretar mi pierna de la misma manera que lo hacía con mi mano cada ves que se asustaba, aunque esta vez lo hacía con mucha más suavidad y ternura. Para ese momento yo ya estaba completamente segura de que María no quitaría su mano de mi pierna a menos que yo hiciera algo al respecto, pero a decir verdad no me surgieron ganas de decirle algo. Realmente no quería incomodarla y tenía una gran curiosidad por saber hasta donde podía llegar María ...