Una noche con mis amigas
Fecha: 28/09/2020,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... conmigo teniendo a Mónica junto a nosotras que no se había percatado de lo que estaba sucediendo, probablemente a causa del miedo, y además teniendo la incertidumbre de que yo pudiera reaccionar de una forma agresiva o que me fuera a incomodar. Sinceramente no sé lo que estaba pensando María en ese momento. Quizá pensó que no me percataría de sus actos a causa de que las tres teníamos bastante miedo y estábamos muy juntas, ó tal vez pensó que no le daría mucha importancia ya que a pesar del miedo estábamos poniendo bastante atención a la trama de la película, pero cualquiera que haya sido la razón, lo que es un hecho es que debió de haber estado bastante nerviosa por no saber cual sería mi reacción, pero más sorprendente para ella debió de haber sido que no tuviera reacción negativa y que me dejara hacer por tanto tiempo.
Los minutos siguieron pasando, y ya se acercaba el final de la película, aunque para esos momentos yo estaba más interesada en las acciones de María que en la trama de la película.
María, al percatarse que después de unos minutos de tener su mano sobre mi pierna y estar jugando con ella, y al ver que no había ninguna reacción negativa de mi parte, tomó más confianza ya que la notaba menos nerviosa.
Durante todo el tiempo que su mano estuvo acariciando mis piernas, en ningún momento volteó a mirarme. Supongo que no lo hacía por miedo a que con la pura mirada le dijera que no quería que lo siguiera haciendo ó que le dijera directamente que dejara de ...
... hacer lo que estaba haciendo.
Casi al final de la película, y en un acto de valentía por parte de María, lentamente movió la cabeza para mirarme directamente a los ojos, con una rostro lleno de ternura y nerviosismo. Para sorpresa de María, mi reacción al devolverle la mirada fue una tierna sonrisa como para decirle – No te preocupes, esta bien, no estoy molesta - María pereció comprender el significado de aquella sonrisa, por que me devolvió la mirada con una sonrisa aún mas tierna que la mía e inmediatamente terminó de relajarse. Una vez que nuestras miradas habían terminado con la tensión entre nosotras, recargué mi cabeza en el hombro de María como para terminar de aclarar que no había ningún problema conmigo. María una vez más pareció comprender muy bien el mensaje por que sentí como los masajes de María sobre mis piernas iban incrementando su intensidad sin dejar de ser suaves y tersos. La mano de maría subía cada vez más por mis ya bastante descubiertas piernas. Sus caricias subían y bajaban desde mis rodillas hasta la parte alta de mis muslos, y en ocasiones su mano le daba un suave apretón a mi entrepierna. Mientras más subía la mano de María por mis piernas, los latidos de mi corazón también iban en aumento. Si todo continuaba como estaba sucediendo, tarde o temprano su mano llegaría a una zona más peligrosa ya que si llegara a acariciar mi concha sobre mis interiores no sabría como reaccionar.
La película llegó a su fin y la sala de cines prendió las luces ...