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LAS MUJERES DE PAPA 3
Fecha: 06/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues
... con Nataly la hija de Doña Vicky de una manera que delataba cuán urgidos estaban por follar en cualquier parte y quizá había elegido el cuarto donde yo noches tras noche cogía con mis hermanos. Tanto ella como mi padre no dejaban de acariciarse el cuerpo, ella la espalda, lo apretaba como si con ello quisiera decirle cuanto deseaba sexo. Papá le magreaba las tetas, le besaba el cuello y su mano derecha poco a poco empezó a interesarse por ir en busca de la parte baja de aquella chica que aunque tenía 17 igual que yo, su manera de besar decía cuanta experiencia tenía en el arte de satisfacer a los hombres. Cógeme papi – le había escuchado decir entre gemidos y aquella respiración agitada por la excitación. Desnudo como estaba por un momento pensé que la cerradura pudiera anunciar que iban a entrar. Papá tenía llave y aunque nunca entraba cuando mis hermanos y yo estábamos hoy creyendo no había nadie si podría hacerlo. Una sensación extraña se había apoderado de mi ser. Por una lado estaba el hecho de que sería obvio de que me estaba pajeando, por el otro el poder descubrir una vez más a mi padre siendo infiel a mamá era algo que hacía que mi corazón latiera tan fuerte que por un instante creí que sus latidos pudieran escucharse desde fuera. Papi métete la vergota – habló otra vez aquella chiquilla como si no tuviera tiempo de esperar. Sabía que no podía delatarme o al menos eso pensé. Seguía parado junto a la puerta, congelado. La verga a medio parar, porque si bien era ...
... erótico saber que afuera alguien estaba a punto de tener sexo, el hecho mismo me hacia sentir culpable. Ay papi – dijo por tercera vez Nataly. Quiero que me cojas. Quiero tu verga adentro, quiero me llenes la cuevita de leche papi. Quieres que me hagas acabar rico como tu me haces sentir. Estaba claro que no era la primera vez. Quizá follaban desde el momento mismo cuando había coqueteado conmigo, porque Nataly era la chica que no había perdido oportunidad de insinuárseme desde que habíamos llegado a vivir a aquella vecindad. La última petición parecía haber convencido a papá y por un instante quizá creyó conveniente entrar a cogerse a Nataly al cuarto donde yo estaba. El sonido de la llave entrando a la cerradura me dijo que cualquier intento de mi parte por no delatarme había sido en vano. Fue la misma voz quien por cuarta vez se escuchó, dándole sin saber un nuevo giro a la historia. Le pidió a mi padre que la llevara a su cuarto, - quiero que me hagas el amor a donde coges con tu esposa - le había dicho. Quiero sentirme tu mujer. Otra vez aquel sonido, la llave saliendo. Los pasos alejándose al “apartamento” donde vivían mis padres. Estaba a escasos metros del nuestro, ellos ocupaban uno de los tres que tenían acceso a la calle, mis hermanos y yo el primero de la línea. El número 4 decía en el contrato de arrendamiento. Mi corazón poco a poco iba normalizando sus latidos, aspire tanto aire como me era posible y lo dejé salir tan fuerte como pude. Cualquiera diría que había ...