1. LAS MUJERES DE PAPA 3


    Fecha: 06/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... importaba si tenía que compartirla con mi padre. Quien por cierto ya se había puesto entre sus piernas, pero que parecía buscar una mejor forma de follarla. La había halado hasta dejarla con el culo al borde, el había subido un pie sobre la cama y mantenía el otro en suelo. Con sus dos manos le sostenía el pegue de las piernas quedando en una especie de tijera. El chochito de Nataly había quedado indefenso, a merced de aquel pollón que ya merodeaba cerca. Mi padre había logrado quedar en la posición perfecta, iba a hacer la posición del petrolero (luego supe que así se llamaba). La cabeza de su polla jugó un tanto entre los delgados labios vaginales de aquella chiquilla y bajando uno a uno le fue enterrando hasta el último centímetro de aquella verga que desde mi posición se le miraba como de burro. Por lo que había escuchado decir a Nataly al principio, le encantaba sentir aquella polla dentro. Un eterno uuuuufff papi. Ahhhh que rico – se le escapó de la garganta. Una y otra vez papá hacía aquella especie de sentadillas hundiéndole en cada bajada todo lo largo del pene. El rostro de los dos decía cuanto lo estaban gozando, al igual que yo. Porque tras aquella puerta no dejaba de masturbarme. Mi short yacía en mis talones, me había levantado la camiseta, con una mano haciéndome un paja, con la otra tocándome los pezones, apretándomelos. Fantaseando que era yo quien tenía sexo, quizá no con Nataly, porque en mi excitación no importaba quien fuera. Bien podría ser ella, ...
    ... Maritza mi novia de la escuela o Gloria la chica que decía que era su príncipe azul. Con esos pensamientos me corrí en sendos chorros de leche espesa que eche sobre la puerta que me cubría. Ellos habían cambiado de posición, ahora Nataly era cogida de perrito. Mi padre la penetraba con tal fuerza que a cada embestida la hacía enterrar la cabeza entre el colchón. Sudorosos, bufando como si el aire no les fuera suficiente. Ella no había dejado de pujar, escandalosa como si no pudiera contener las emociones que sentía. Quizá incluso era ahora cuando papá se percató que habían dejado la puerta abierta. No hagas tanto ruido bebe – le escuche decir mientras miraba hacía hacia afuera haciéndome sentir aquel sentimiento de miedo a ser descubierto. De seguro les ganó el momento, les ganó la excitación y el deseo de satisfacerse porque otra vez cambiaron de pose. Ahora fue ella quien se subió sobre papá y sin perder el tiempo tomo aquella verga que parecía enloquecerla y poniéndosela en la entrada se sentó de una vez en ella hasta dejar tan sólo aquel par de bolas afuera. Lo cabalgo con ansias, levantándose en cada sentada hasta que sólo le quedaba la cabeza fuera y luego se dejaba caer de golpe. Los dos con los ojos cerrados, entre gemidos de placer parecieron llegar a un orgasmo de película porno. Talvez así lo tenían planeado o así lo hacían siempre, ella se bajo presurosa de su macho y se sentó al borde de la cama. Mi padre de paro enfrente y con su mano terminó la tarea. Un gran chorro ...
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