Qué cuñada!
Fecha: 08/10/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que acariciar ese delicioso cuerpo, la arañaban y mis besos eran más bien mordidas, pero Julieta gemía dulcemente, pidiéndome más y más. - Así cuñadito, hazme tuya... ahora es cuando... ahora soy tuya... sólo tuya... ohhhh... ohhhh... más ... más... así... quiero que esto no lo sepa nadie... nadie oíste cabrón... guauuuu... qué verga tienes... métemela toda... hasta el fondo... así... ahhhh.
Mis manos recorrían ese delicioso cuerpo, sus manos envolvían mi verga como si fuera su tesoro. Me dio una mamada tan rica que estuve a punto de venirme en su boca pero aguanté, ya que necesitaba cogérmela bien. En eso escuché un grito de placer enloquecedor en una sala continua, y me impactó cuando escuché: Assíííí...Ohhhh... métanmela todos a la vez... esa voz me dejó paralizado... era la voz de mi esposa. Se la estaban follando al lado mío en tanto yo me cogía a mi cuñada.
Otra vez escuché su voz pero más suplicante.._ aquí esta su puta cabrones, me van a coger como lo que soy o me salgo a buscar otros más hombres ¡ehhh!"
No supe qué decir, ya que estaba cogiéndome a mi cuñada y su mirada perdida me indicaba que estaba gozando como pocas veces. Sin embargo el escuchar que mi puta esposa estaba al lado cogiendo con desconocidos, me crispaba pero ese dolor y celo, se transformaba en placer y rabia, por lo que embestía más y más a Julieta hasta que logré hacerla venir dos veces más... y yo no podía venirme ya que la rabia me tenía obstruido , pero Julieta lo estaba ...
... disfrutando más y más.
De pronto se volteó mi cuñada y me indicó - Ahora sí cuñado... siempre deseaste este culito verdad... pártemelo con tu verga... pártemelo en dos como se lo están partiendo a tu esposa aquí al lado... ándale cabrón, cógeme que esta será la única vez que te permita hacerme esto... jamás vas a volver a meterme tu verga... jamás.
Eso que me dijo, me aceleró y empecé a darle durísimo por el culo, hasta que empezó a gritar que la estaba partiendo en dos, pero que le siguiera. Al lado mi esposa gritaba lo mismo y estaba erotizado por completo. Estaba enculándome a mi cuñada pero mi esposa estaba siendo enculada por varios hombres al lado. Julieta sólo alcanzó a decirme... Cuñado... dame más... dame más... que esta será la única vez que me cojas, por eso... ahhh... por eso... aprovéchate... como mi hermana se esta aprovechando ahora... cógeme más... más... porque jamás te permitiré hacerlo.
Le di durísimo hasta que después de media hora logré venirme en su culito y en su boca en tanto que de mi esposa no hice mucho caso... ya que sentí un gran deseo y gracias a ella, logré follarme riquísimo a mi cuñadita y nunca se enteró que yo supe de su aventura.
A nuestro regreso, Julieta se quedó en nuestra casa y antes de despedirse, me sonrió nuevamente y dijo...- lo que fue fue. Y lo que no fue no fue... y no se volverá a repetir. Y efectivamente lo ha cumplido... a pesar de que siempre llega en minifaldas y ropa entallada... ¡¡¡QUÉ CUÑADA!!!