1. Nely


    Fecha: 14/10/2020, Categorías: Incesto Autor: NenaJoven, Fuente: SexoSinTabues

    ... me estremecí. Cuando se bajó los calzones y le vi su verga noté como me ponía colorada por la impresión. Era enorme, larga y muy gruesa. Y para mi sorpresa no tenía pelitos. Se acercó a mí. Era muy alto. Mi cabeza apenas alcanzaba a su ombligo. Cerré un segundo los ojos y me llego el olor de su polla. El gigante me tomó en volandas, me tumbó sobre la cama y me agarró por los tobillos llevando mis pies hasta cerca de mi cabeza y dejando mi culito elevado. Después experimenté la sensación más placentera de mi vida cuando su enorme lengua se posó en mi culito y comenzó a deslizarse hasta mi cuquita, penetrando en ella y llegando hasta mi botoncito. Mami y papi me lo habían hecho en casa, pero aquella lengua era más grande y musculosa. Presionaba y se colaba en el interior de mi ano y se introducía dentro de mi coñito, que no dejaba de chorrear jugos infantiles. Se movía con mucha fuerza y llegaba donde nunca antes había llegado ninguna otra lengua. Creo que fue mi primer orgasmo de la noche. Cuando el enorme rubio se incorporó con su gran polla en la mano vi claras sus intenciones. Pasaba su verga por mi cara, por mis mejillas y mi barbilla. La pasaba por mi frente y por mi pequeña nariz. Como él había sido bueno conmigo, decidí serlo con él. Saque la lengua y toque su amoratada cabezota. Pasé mi lengua por toda ella, llenándola bien con mi saliva. Seguí el tronco de su verga hasta sus grandes huevos y los metí en mi boca. Casi no me entraban, pero recordaba que eso volvía ...
    ... loco a mi papá. Cuando sus huevos estuvieron empapados volví a lamer todo el tronco de su verga, hasta el capullo y mirándole a la cara me lo metí en la boca todo lo que pude. El intentó meterla más dentro, pero no me entraba. El tipi rubio me dejó hacer y yo lo hice lo mejor que sabía. Puse mi manita sobre el tronco de su polla y la movía de arriba hacia abajo, con fuerza y rapidez mientras mi lengua recorría su glande aun dentro de mi boca. Cuando miré al espejo, pues teníamos ordenes de mirar a l los espejos siempre que fuera posible, la imagen me ruborizó de nuevo. Un gigante y musculoso rubio con su enorme pollon dentro de la boca de una niñita de 7 años que parecía diminuta a su lado. Cuando estaba deseando que aquel pollon me diera su lechita, el rubio se detuvo, me tumbo de nuevo sobre la cama y me tocó de nuevo en mi cuquita. Después sentí temor de nuevo cuando puso la punta de su verga sobre mi conchita. Aquel pollon me partiría por la mitad, pero lo que hizo fue frotarlo contra mi rajita. Tal vez no se la metería como hacia su papá. Estaba equivocada. Cuando más estaba disfrutando el pollon se coló en mi interior y grité del susto y el pequeño dolor que me provocó. Su polla era muy ancha y abría mi pequeña conchita que se acoplaba al cuerpo invasor y el dolor fue transformándose en placer. El rubio ponía cuidado de no clavar su enorme polla hasta el fondo de mis entrañas, pero alguna que otra estocada se le escapaba. Cuando el gigante retiro su verga de repente de mi ...