Vidas encontradas
Fecha: 18/10/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos
... aparentemente frágil, algo achispada y, sobre todo, la figura estilizada de Eva, con esos pechos como flanes, delgada, con ese atractivo femenino era lo que determinaba la decisión de nuestro protagonista. Siguiendo el curso de los acontecimientos paso lo más evidente:
– Me siento algo descompuesta, tengo que salir.
– Suele pasar, tranquila, te acompaño. Quizá quieras descansar un poco antes de proseguir tu trayecto, por mi encantado – dijo él con entusiasmo.
– Pudiera ser, me convendría, no soy capaz de conducir.
Se levantaron, ella algo dubitativa; él con tronío, se sentía observado y le gustaba esa sensación de gloria delante de la concurrencia, le daba ese valor añadido, inclusive se ocupó de los trámites de abonar las correspondientes bebidas a su amigo el camarero, no exenta de una breve conversación:
– ¿Ya? – dijo el camarero.
– Sí, la veo a punto, te puedo asegurar que en menos de media hora ya la estaré gozando.
– Eres un cabronazo, ¡qué suerte!
– Sabes, a mi me gusta cagar al primer apretón – dijo con una sonrisa socarrona y victoriosa.
Una vez en la calle, donde la noche dejaba vislumbrar los faros de los coches y algo de bullicio el Santos la tenía abrazada en señal de protección y nada más ver unos amigos que aparcaban le rodeo el cuello y le asesto un soberano morreo de dinosaurio. Desorientada ella se sintió estimada y algo más segura.
– No puedes conducir, lo sabes.
– Ya, soy consciente de ello.
– Justo en la esquina vivo ...
... en uno de esos apartamentos.
– Bueno, solo un rato entonces.
Así fue como fueron subiendo las escaleras del edificio hasta llegar al lugar. Al entrar ella no estaba acostumbrada a tan reducido espacio, con una decoración algo vulgar y macarra al mismo tiempo; y es que no nos engañemos, estaba metida en un habitáculo donde las necesidades primordiales, eran la cópula y todas sus vertientes. Es decir: un picadero o un follodromo. Nada más llegar ella sintió ganas de ir al baño, allí se limpió la cara e hizo pis. Al salir del baño frente a ella, de pie, y solo con los bóxer puestos y con su majestad de poderío estaba él:
– Me tienes palote, sabes – dijo mientras se cogia el abultado miembro que se vislumbraba.
– Yo no-no-no estoy segura…
– Te voy a dar chorra como ninguno te la ha dado, como a una puta.
Como un león sobre su presa se abalanzo sobre ella y le saco el vestido en un abrir y cerrar de ojos, inclusive tiro de su sostén y bragas quedando ella como una presa ante el verdugo. Se bajó el bóxer y su miembro salió rebotado como si llevara un resorte y acto seguido la sentó en el sofá poniéndole a la altura de su cara su cipote empalmado y tensionado erigiéndose ante ella como una torre palpitante con ligeros movimientos convulsionantes. Así, ante él estaba nuestra Eva, la cual fue incitada por Santos con un:
– Toma biberón so puta… cómela, seguro que no has tenido nada en tu vida de tanta calidad.
Tras lo cual ella empezó a tragar dicho miembro viril ...