1. Vidas encontradas


    Fecha: 18/10/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos

    ... dijo él.
    
    – Yo nunca… no… – contesto ella balbuceante y algo confusa debido a los efectos del canuto.
    
    Como pueden deducir aprovecho la ocasión y no tardo en levantarse y traer un bote de vaselina. Se unto el índice y lo inserto en el conducto anal, lo subía lo bajaba. Ella emitía ligeros quejidos, no tardo en intentar introducir dos, la vía empezaba a dilatarse, al mismo tiempo que ella decía:
    
    – ¿Qué haces?
    
    – Abrírtelo algo antes de encularte.
    
    – ¡No, no! – dijo ella algo desorientada.
    
    – Ponte en el suelo a cuatro patas.
    
    Una vez en el suelo y con ella en dicha posición, él se unto su miembro de vaselina y semiflexionado a horcajadas le entro el glande y empujo, encontrando algo de resistencia. Empezó unos empujes lentos hasta media verga.
    
    – ¿La notas?
    
    – ¡Sí! Me duele algo…
    
    – Pronto la tendrás toda, así que es mejor que te relajes, lo tienes muy cerrado – dijo mientras con las manos le separaba las nalgas para ver su penetración.
    
    – ¡Ten cuidado! Por Dios…
    
    – Prepárate a la de tres te la inyecto toda so puta, ya te he dado bastante margen.
    
    – ¡Espera! ¡No! Aún no.
    
    – A la de una, dos… y tres – de una embestida rápida y enérgica se la incrusto toda.
    
    – ¡Ayyyy! ¡ufff! – exclamo ella.
    
    Concluido el primer tramo de la sodomización la dejo insertada hasta el fondo, sus testículos se observaban antepuestos a la vagina, señal inequívoca que la penetración era profunda y todo el pene estaba introducido en dicha vía. En esta postura se mantuvo ...
    ... un pequeño intervalo de tiempo. Entretanto ella gemía y maullaba como una gata arañando la alfombra. A continuación empezó bombeos cortos y a medida que veía la viabilidad penetrante los iba intensificando, arqueando la espalda y dando más intensidad a sus movimientos mientras gritaba:
    
    – ¿La flipas? ¿La flipas? Tómala toda so cerda.
    
    – La siento muy adentro, es como si tuviera un ser vivo en mis entrañas – grito ella.
    
    Semiflexionado en la trasera de ella y arqueadas sus piernas empezó un intenso mete-saca, a ratos saltaba como si de una rana se tratara. No tardo en emitir bufidos guturales, era la señal evidente que iba a eyacular.
    
    – Toma, toma, toma, toma; tómala y que por el culo te la echo y por la boca lo eches ohhhhh.
    
    El tiempo quedo parado, ella se había desplomado al suelo y el encima aún con su verga dentro, la saco, el ano estaba rojo y lleno de esperma; él se levantó aún con su glande goteante de semen, estaba sudado, cogió el vestido de ella y se limpió su sudor para después limpiarse su miembro viril.
    
    – Me gustaría lavarme, tengo que irme – dijo ella en un susurro.
    
    – ¿Te crees que esto es una casa de acogida? – contesto él.
    
    EPILOGO
    
    Apenas podía caminar, le dolía al sentarse al volante, notaba como su asiento se mojaba que su culo iba dejando; paro en una gasolinera para ir al lavabo; se sentía sucia y usada. En el corto trayecto hacia el lavabo, pudo oír como dos operarios cuchicheaban “vaya putón, la has visto, apesta a lefa y la lleva ...
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