Cómo salvé el negocio de mi esposo
Fecha: 19/10/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Manuelcastc, Fuente: CuentoRelatos
... adquirido en su último viaje por Asia, seleccionó uno de ellos y preparamos una infusión muy aromática.
A nuestro regreso la estancia se perfumó con el aroma que despedían las tazas, mi esposo y yo quedamos impresionados por aquella novedad, bebimos los extractos agridulces mezclados con un poco de alcohol. El ambiente se tornó más tranquilo, aquella bebida nos había relajado.
—No se asusten, puede que al principio les ocasione algún tipo de sopor, pero les aseguramos que no hay nada que los haga sentir mejor —Nos comentó Diana mientras volvía a llenar las tazas. Ciertamente, me sentía muy bien, quizás un poco extraña, como si estuviera en un ligero sueño.
—Nos alegra contar con su visita, no solemos invitar a personas que acabamos de conocer, con ustedes Diana y yo nos sentimos en total confianza, pues la gente anglosajona es un poco fría en su trato, muy distinta a ustedes —dijo Carlo con su clásica sonrisa. Aquellas palabras sonaron tan cordiales que nos sentimos más a gusto con ellos.
—Ven, quiero que me acompañes al salón —Me dijo Diana tomándome de la mano para conducirme a un salón lleno de cuadros, imaginé que Carlo y mi esposo estaban por conversar algún asunto privado, así que consideré muy prudente irme junto con Diana, no sin antes disculparnos por dejarlos solos. Diana fue mostrándome cada cuadro de su colección de pinturas que ella misma había ido adquiriendo en diferentes galerías, sin duda tenía un estilo de vida muy lujoso que le permitía tener ...
... esa afición tan cara. Me explicaba el significado y las cualidades de cada pintura, aunque confieso que me resultaba difícil encontrarle sentido a lo que Diana amablemente me explicaba. Mientras me esforzaba en ello, sentía su mirada fija sobre mí, me incomodaba mucho pues acababa de conocerla, incluso creí que tenía una mala impresión de mi persona. Finalmente volteé a verla tratando de intimidarla, pero ella sin apartar la mirada me dijo:
—Eres muy bonita Ana —al decir esto me acomodó un mechón de cabello detrás de mi oído, acercó su rostro y me plantó un beso por sorpresa, sin darme tiempo a reaccionar. Apenas pude creerlo, al evadirla me respondió tranquilamente:
—Está bien, no te preocupes. Solo aprecio lo linda que eres.
Sin aceptar su disculpa, me regresé hacia la estancia dándole groseramente la espalda, ella quiso tomar mi mano para detenerme, pero se la quité bruscamente. Al llegar nos encontramos a los dos señores bebiendo en animada charla. Diana llamó a su marido y se fueron a otra zona, dejándonos solos. Sin demora Damián preguntó qué me sucedía, pues de inmediato se dio cuenta de lo exaltada que estaba:
—¡Esta tipa me besó! —exclamé sorprendida e indignada.
—¿Qué?
—¡Te he dicho que Diana me besó en la boca!
Damián comenzó a reír un poco incrédulo, como si le hubiera contado algo gracioso, aunque también lo noté preocupado.
—¡Nos vamos ya! —le dije mientras me levantaba rápidamente.
—¿Qué haces Ana? no podemos hacerles una grosería a ...