1. Cómo salvé el negocio de mi esposo


    Fecha: 19/10/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Manuelcastc, Fuente: CuentoRelatos

    ... nuestros anfitriones, menos ahora que estamos por cerrar la negociación. Creo que no has entendido bien —Me dijo.
    
    —El que no ha entendido bien eres tú, esto ya no me gusta y quiero irme. Hemos cumplido con la formalidad de visitarlos y ahora nos vamos -
    
    —¡Espérate mi amor! ¿No te das cuenta que está en juego nuestro futuro?, si nos vamos ahora todo estará perdido y nos iremos con las manos vacías, además nos esperan muchas deudas a nuestro regreso. Ana, compréndelo, debemos quedar bien con nuestros anfitriones esta noche, sea como sea -
    
    Aquellas palabras retumbaron en mi cabeza, comencé a comprender su significado.
    
    —Pero… ¿Qué pretendes Damián… hasta dónde debemos quedar bien con ellos?
    
    —No lo sé, tú nada más llévales la corriente y no digas nada, solo recuerda que tienes mi consentimiento para cualquier cosa, sea lo que sea. Si todo sale bien esta noche, ten la absoluta certeza de que pronto solucionaremos todos nuestros problemas financieros.
    
    Al terminar de decir eso me dio un prolongado beso sin dejarme responder, quedé todavía más confundida y pensé decirle que mejor él se iba a quedar para cerrar el trato, porque yo me iba. En ese momento regresaron nuestros anfitriones.
    
    —Perdón que los interrumpamos, nos complace saber que son un feliz matrimonio que no ha perdido la chispa con el paso de los años, ¿Verdad querida? —Dijo Carlo, quien tenía abrazada a su esposa por la cintura.
    
    Diana nos invitó una copa y nos sentamos nuevamente, traté de olvidar ...
    ... lo que me había ocurrido con ella como si nada hubiera pasado. Minutos más tarde Carlo y mi esposo volvieron al tema del negocio, no tardaron mucho en disculparse con nosotras para irse al despacho, ya que finalmente iban a firmar ese contrato. En aquel momento sentí mariposas en el estómago, la exótica infusión que había bebido, combinada con la tensión del negocio y quedarme nuevamente a solas con Diana me pusieron muy nerviosa. No atinaba a imaginar cómo reaccionaría ella esta vez, aunque también esperaba que se olvidara de lo sucedido entre nosotras.
    
    Ella se sentó a mi lado para disculparse, lamentaba haberme incomodado. Me contó que había tenido encuentros con otras mujeres en algunos de sus viajes, y le apenaba mucho su comportamiento conmigo. Volvió a decirme lo bella que me veía, esperaba que esta vez no lo tomara a mal, que podía sentirme como en casa. Ambas permanecimos en silencio, me tranquilizaron sus palabras y me apenaba no saber qué responder a su honestidad, ella rompió el silencio susurrando a mi oído:
    
    —Eres muy guapa y me gustas mucho, no te molestes conmigo”. Yo me quedé fría casi en pánico, aunque esta vez me contuve en rechazarla de nuevo, al recordar las palabras de mi esposo, sabía que en ese preciso momento estaba firmando ese maldito contrato.
    
    Dejé que continuara, me intrigaba saber hasta dónde sería capaz de llegar. Ella comenzó a jugar con mi cabello haciendo rizos con su dedo, acercó su rostro y exhaló su aliento en mi oído, chupando un ...
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