La Madrastra
Fecha: 21/10/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... vano.
Dejé caer el móvil al suelo a la vez que emitía un grito de terror, cuando de repente sentí unas manos fuertes y grandes me rodeaban por detrás y me dejaban completamente inmovilizada, intenté zafarme de esa persona que me inmovilizaba, pero no podía, era demasiado fuerte para mí, volví a gritar mientras utilizaba todas mis fuerzas para salir de aquella llave paralizadora..
En ese momento se abrió la puerta de la habitación y allí apareció ella, sonriente y con cara de desprecio, me miraba con mirada altiva…
- No sabías zorrita mal criada que husmear en los ordenadores ajenos, es de muy mal gusto, además de ser un delito…
- ¡Dile que me suelte hija de puta! ¡se lo voy a contar todo a mi padre! ¡hoy es tu último día en esta casa!
Intenté darle a mis palabras toda la seguridad de que era capaz en mi entonación, pero la verdad es que estaba muerta de miedo, me encontraba completamente atrapada y por más que gritara nadie me escucharía, ya que son chalets separados y con muy buen aislante.
- Jajaja, si tu intención era contarlo ya lo habrías hecho… estas aquí por otra cosa, estas aquí porque eres una zorrita curiosa.
- ¡Dile que me suelte de una puta vez zorra!
Mientras intentaba soltarme con todas mis fuerzas, sentía tras de mí el cuerpo de aquel gigante musculado que me inmovilizaba con sus manos y que no me dejaba ni moverme.
- Mira para que veas que soy una madrastra buena, no voy a contarle a tu padre nada de lo que has hecho, y además hoy ...
... vas a conocer lo que es un hombre de verdad y no como el marica de tu novio.
En ese momento el negro me introdujo en la habitación cerrando la puerta tras él, yo seguía intentando salir de allí pero era imposible, aquel hombre ni se inmutaba lo más mínimo con mis acometidas, por lo que decidí parar de moverme.
- Estoy segura que te corriste de gusto de ver a Karel el otro día, aunque eres una niñita de papa mal criada y remilgada, seguro que te pusiste como una perrita en celo jejeje.
El negro al ver que no hacía fuerzas dejó de sujetarme las manos y las posó sobre mis caderas manteniéndose pegado a mi cuerpo para evitar que pudiera moverme.
- Si me sueltas ahora, te prometo que no le diré nada de esto a mi padre.
El corazón latía a mil por hora, sentía en mi cuello el aliento de aquel hombre, que se encontraba tan pegado a mí, que podía sentir cada una de las curvas de su cuerpo…
Sus manos estaban ahora sobre mis caderas, y me atraían hacia él de tal forma que todo su paquete presionaba contra mi espalda.
Ese hombre, que tan solo hace unos días, había visto follarse a mi madrastra y que había conseguido hacerme perder el control, se encontraba allí mismo, pegado a mí, con sus manos atrayéndome hacia su cuerpo, haciéndome sentir sobre mi espalda la presión de su enorme paquete.
- Yo creo que ya va siendo hora de que te relajes y disfrutes de algo que seguro que el pánfilo de tu novio no te da…
No sabía que pretendía hacerme, estaba muy asuntada, tengo ...