1. Atrapados en el tiempo


    Fecha: 22/10/2020, Categorías: Voyerismo Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... mujeres dellado de las familias, y en este lado todos parecían más jóvenes también. Entonces, el jefe dio órdenes a un hombre del grupo del lado joven. Este reaccionó inmediatamente, empezó a observar a las otras mujeres de su lado, cogió a una, la llevó a la roca, se sentó, luego ella se sentó sobre él, y empezó a follársela. Tardaron un rato hasta que él se corrió dentro de ella. Posteriormente volvieron a su grupo. Yo ya empezaba a entender lo que estaba pasando. Y, por la cara de terror de Marina, creo que ella también empezó a hacerse una idea.
    
    El jefe nos volvió a mirar, y volvió a hacer las mismas señas que al principio, señalando a Marina, luego a mí, y luego a la roca. Marina se quedó mirándole con los ojos como platos, y un segundo después le soltó un grito cargado de dolor, descargando finalmente toda la frustración e incomprensión acumulada, negándose a obedecer lo que el jefe ordenaba, mientras empezó a llorar otra vez.
    
    Todos se quedaron en silencio, mirándola de forma asustada. Entonces el jefe, se acercó a ella, y cogiéndola del brazo, la empezó a llevar a la roca. Se sentó.
    
    Ahora comprendía lo que pasaba. El jefe no nos estaba ordenando tener sexo. Estaba preguntando si Marina y yo éramos pareja. Al negarse Marina, le había confirmado que no era así, por lo que Marina estaba libre para él.
    
    Me acerqué rápidamente a Marina, y en un tono suave, le hablé al jefe, diciéndole que esperase (aunque no me entendiese). Cogí a Marina del brazo, y ella giró ...
    ... su cabeza para mirarme. Tenía la mirada perdida, la cara con rastros de lágrimas, y sus bonitos ojos azules, húmedos, que junto al reflejo del sol, les daban un aire celestial. Era la vez que más impresión me causó su cara. Esta mujer era preciosa. Quizá era mi corta edad la que me hacía tener sentimientos más exaltados, pero sentí una presión en el pecho. Estaba enamorado de esta mujer que casi me doblaba la edad?
    
    -Marina –empecé a hablarla, de forma algo insegura– creo que nos está preguntando si tú y yo estamos juntos. Si le decimos que no, entonces él quiere estar contigo.
    
    -Cállate! –dijo exaltadamente de repente– Todo esto es tu culpa, qué coño has hecho, qué era esa piedra! Dónde está mi marido, donde están todos! –volvió a gritar entre lágrimas, a la vez que me empujó con fuerza, casi tirándome al suelo. Marina hasta ahora había sido cordial y dulce conmigo. Me quedé callado.
    
    El jefe la agarró del brazo, obligándola a sentarse. Intentó quitarla el pantalón, pero no sabía cómo. Marina entonces, con cara de susto, se levantó rápidamente e instintivamente se agarró a mí. Un grupo de hombres empezó a cercarnos, sacando unos rústicos cuchillos. Marina me abrazó más fuerte, mirábamos a todos lados, estábamos los dos asustados. Entonces Marina se dio cuenta de que no tenía otra salida. Era o uno de ellos, o yo. Giró su cabeza, y me miró a los ojos. Esta vez me miraba de otra forma. Daría todo por saber qué estaba pensando. Yo era un chico con atractivo para mi edad, ...
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