1. Atrapados en el tiempo


    Fecha: 22/10/2020, Categorías: Voyerismo Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... pero por supuesto ella nunca se había fijado en mí. Esta era la primera vez que me veía de otra forma.
    
    -Siéntate –dijo finalmente en voz baja, mirando al suelo y señalando ligeramente a la roca.
    
    La obedecí. Me acerqué a la roca, ahora vacía, y me senté. Ella se acercó lentamente, mi corazón latiendo como una locomotora. Me quedé mirándola. La habían quitado el pañuelo, y el jersey amarillo quedaba completamente a la vista. A pesar de no ser ceñido, sus tetas marcaban un buen volumen. Me miró, y me dijo que me quitase el pantalón. Ella empezó a quitarse lentamente las botas. Los hombres que se habían acercado, y el jefe, se retiraron y unieron al resto del poblado que nos rodeaba y miraba, en el momento en el que vieron que yo me sentaba en la roca. Parece que era una cultura que respetaba a las parejas.
    
    Me quité las zapatillas y calcetines para quitarme el pantalón, y me quedé con el bóxer puesto, con toda la vergüenza del mundo. Marina se quitó botas y medias, y poco a poco empezó a quitarse el pantalón, sin mirarme en ningún momento. Estaba de frente a mí, y según se bajaba el pantalón descubriendo sus bonitas piernas, vi que llevaba puesta lencería de color rojo muy elegante. Me sorprendió que llevase ese tipo de prenda, no me cuadraba con lo tradicional que parecía ser. Pensé que quizá fuese un regalo para su marido en el día de su propio cumpleaños.
    
    Cuando terminó de quitarse el pantalón, me miró y se dio cuenta que seguía con el bóxer puesto.
    
    -Qué haces, ...
    ... quítate eso ya, quieres que nos pase algo!? –dijo mirándome de forma enfadada.
    
    -No –dije apartando la mirada de sus ojos– pero… tengo un… problema –dije, de forma insegura, sin mirarla, con más vergüenza que nada.
    
    -Qué! –dijo exaltada.
    
    Mi corazón se había acelerado enormemente. Por un lado, me volvía loco el ver desnuda a la que había sido la fantasía para mis pajas los últimos meses. Pero por otro… Me había liado con unas cuantas chicas, e incluso una de ellas me había hecho una paja, sin llegar a correrme. Pero no había tenido sexo nunca. Había mentido a mis amigos, diciéndoles que sí. Me había inventado una mentira, y el sexo se había convertido en un problema mental para mí. Estaba bloqueado y aterrorizado.
    
    -Soy virgen –dije con muchísima vergüenza finalmente– No sé qué hacer, ni por qué no se está levantando –dije señalándome la polla. Había visto 1000 películas porno, y siempre había asumido que la polla se te levantaba en cuanto empezabas a ver a la mujer en pelotas. Es también lo que pasaba cuando me hacía pajas… mi polla estaba a tope de solo pensar en Marina. Pero en este caso, no estaba ocurriendo.
    
    Marina me miró el paquete, sorprendida. Supongo que no se esperaba esta complicación.
    
    -Está bien –dijo ahora más calmada. Tras una pausa en la que parecía estar pensando, dijo con la cabeza agachada sin mirarme– Déjame encargarme a mí de eso, tú haz lo que yo te diga.
    
    Se dio la vuelta, y pude ver que la lencería roja era un tanga. Estaba casi seguro ...
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