1. Atrapados en el tiempo


    Fecha: 22/10/2020, Categorías: Voyerismo Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... me hubiese oído, porque siguió bajando y subiendo apasionadamente, jadeando ahora sin disimulo, echando la cabeza hacia atrás, enterrándose mi polla con fuerza todo lo dentro que podía, para subir otra vez. Tuve que repetir que me iba a correr, era como si con todo el movimiento no me pudiese oír. A la tercera vez que lo dije, ya casi corriéndome, se levantó rápidamente y se dio la vuelta mirándome la polla con cara de susto. Estaba algo colorada, y note alguna gota de sudor en su frente.
    
    -Te has corrido!? –dijo alarmada
    
    -No, pero casi –contesté. Era una sensación dulce y dolorosa a la vez. Había parado justo en el momento en el que me iba a correr, por lo que el esperma no llegó a salir.
    
    El jefe se acercó, y mirándome, vio que no me había corrido. Habló en tono agresivo. Hizo gestos con la mano, como diciendo que tenía que correrme. Marina le contestó que no podía ser, a lo que el jefe, visiblemente agresivo, la cogió del brazo, la empujó a la roca, me tiró de ella, se sentó él, y se dispuso a follársela.
    
    -No! –grité, sacando fuerzas de no sé dónde.
    
    Me levanté, cogí a Marina del brazo, y la aparté de él. Inmediatamente unos hombres vinieron.
    
    -Está bien! –gritó Marina con cara asustada, haciéndoles un gesto con el brazo para pararles– Siéntate otra vez en la roca –me dijo mirándome esta vez a los ojos.
    
    El jefe se quitó, y me senté yo. Mi polla seguía prácticamente erecta. Marina se acercó otra vez, se volvió a sentar de espaldas, sujetando mi polla otra ...
    ... vez con la mano. Solo tuvo que pajearla 5 segundos para que volviese a su máxima erección.
    
    -Marina, qué vas a hacer? –dije con voz temblorosa.
    
    Ya con mi polla a plena capacidad, Marina empezó a descender. Mientras lo hacía, giró la cabeza y me dijo:
    
    -Escúpete en la polla lo más que puedas. Sigue lo que yo haga sin decir nada.
    
    Obedecí sus órdenes. Vi que ella también se escupió en la mano, la del anillo. Siguió bajando, sujetando mi polla, hasta que mi polla tocó su cuerpo. Esta vez sin embargo, noté que estaba algo más atrás. Tras unos segundos, oí susurrar entre un sollozo a Marina, un “lo siento”. No creo que estuviese hablando conmigo.
    
    La sensación era diferente. Marina no soltó mi polla, la mantenía agarrada, mientras intentaba descender. No entraba esta vez tan fácil, no entiendo por qué. Miré más detenidamente y me di cuenta.
    
    -Te la estás metiendo por el culo! –dije sorprendido.
    
    -Silencio!! Te he dicho que no hables! No se pueden dar cuenta, tienen que pensar que me estás follando por delante y que te corres dentro por ahí! –dijo violentamente entre los dientes– Voy a poner una mano entre mis piernas, para que no vean bien. Me tienes que ayudar desde ya con tus manos a moverme.
    
    Tras un segundo, reaccioné, y puse mis dos manos otra vez en su culo. Marina tenía una mano por delante entre sus piernas, mientras con la otra sujetaba mi polla, haciendo fuerza para metérsela dentro. Poco a poco, empezó a entrar. Soltó pequeños gritos ahogados de dolor, ...