1. El sonámbulo y su madre


    Fecha: 22/10/2020, Categorías: Transexuales Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... lo del trío?
    
    -Algo caerá, hombre, algo caerá, que ya sé que no tienes un duro.
    
    Abel se iba a explayar.
    
    -Te contaré lo que hicimos el día antes de salir del reformatorio. Era mi despedida. Entré en el despacho de Leticia, la directora, que era una mujer pelirroja, con buenas tetas, buen culo... con todo bien puesto, y que me dijo:
    
    -Siéntese en la silla de la esquina que ahora hablamos.
    
    Llamaron a la puerta del despacho.
    
    -Entre.
    
    Entró en el despacho Begoña, la mujer de la limpieza, una mujer de veinte y pocos años, alta, morena, de ojos marrones, con el cabello recogido en una trenza, con tetas como sandías, guapota, casada, con un hijo de dos años y un bebé de pecho, y que vestía una bata verde y calzaba zapatos marrones de tacón bajo.
    
    -¿Me mandó llamar, señora?
    
    -Sí, me enteré de que por venir a trabajar no da el pecho a su hijo. ¿Es verdad?
    
    -Eso es mentira, se lo doy antes de salir de casa, después de llegar a casa y por las noches.
    
    -¿Le deja un biberón con su leche?
    
    -Le dejo leche para tres biberones.
    
    -¡Mentira! Las tetas no tienen tanta leche.
    
    -Yo tengo leche hasta en el culo. ¿Quiere averiguar si la tengo?
    
    -Quiero.
    
    Begoña, venía preparada, se quitó la bata y quedó en pelota picada. ¡Tenía un culo de ensueño! Leticia se levantó de la silla de detrás de la mesa, se agachó y le lamió el culo, le abrió las nalgas con las manos y le folló el ojo ciego con la punta de la lengua, después se fue levantando y lamiendo su espalda ...
    ... hasta llegar al cuello, se lo besó, le giró la cabeza, le metió la punta del dedo medio en el ojo ciego. Begoña, empujó con el culo y lo metió todo dentro. Leticia estuvo un buen rato besando a Begoña y follándole el ojete con su dedo...
    
    Al darse la vuelta Begoña, Leticia le mamó una teta, y después la otra. Acabó apretando las tetas. Chorros de leche bañaban su cara. Quise ponerme en pie. Era una pena que se perdiera tanta leche. Leticia me detuvo.
    
    -¡Ni se te ocurra levantarte!
    
    Begoña quería marcha, marcha, marcha.
    
    -Déjelo, me sobra leche.
    
    -¡A callar, puta!
    
    La directora se volvió a agachar y le comió el coño. Begoña se acariciaba las tetas y la leche bajaba por el vientre hasta su coño peludo
    
    Begoña ya perdió las formas.
    
    -¡Vas a hacer que me corra, guarra!
    
    -Por llamarme guarra, putona, ahora te quedas con las ganas.
    
    Tenían el guion bien preparado. Leticia vino a mi lado, se inclinó, me sacó la polla y se puso a mamarla. Begoña cogió dos reglas encima de la mesa del despacho. Le levantó el vestido a Leticia, que no llevaba bragas y le dio, como a ella le gustaba, como si tocara la batería con las dos reglas, "plas, plas, plas...!"
    
    La directora se calentó.
    
    -¡Heavy metal, puta, heavy metal!
    
    Joooder. Nunca tal cosa dijera. La mujer de la limpieza tocó la batería en el culo de la directora como si fuese el batería de Iron Maiden. ¡¡¡Plaaas plaaaaa...!!!
    
    Leticia, con el culo a arder, dejó de mamar, se levantó, abrazó a Begoña, la besó. Begoña ...
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