1. Angela I: Dormida


    Fecha: 27/10/2020, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ohh que?! sigues con tu polla en mi culo??
    
    -A: no me jodas que te has dormido de verdad? en serio te has quedado dormida con mi polla dentro de tu culo?
    
    -Á: sí, como dijiste a dormir y te quedaste quieto, pues me relajé y pensaba que se te bajaría y se saldría de mi culo...
    
    -A: pues no, me he quedado quieto, pero luego te he seguido follando y tu gemías, pensaba que estabas tomándome el pelo, jaja
    
    -Á: pues no no, me he quedado dormida, se sentía tan bien tu polla en mi culo...
    
    -A: así que se sentía bien ehh, y ésto? te gusta más si te la meto más? eh
    
    -Á: ahhhh si joder sí, dame más.
    
    -A: yo creo que la voy a sacar, si te quedas dormida será que no te gusta tanto...
    
    -Á: no la saques por favor, sigue follándome.
    
    -A: no, yo no te follo, aún no te has enterado?.
    
    -Á: perdón, no pares de sodomizarme por favor, reviéntame el culo, dame dame por favor....
    
    -A: Desde luego que no voy a parar de sodomizarte, muerde la almohada, no respires haz lo que te de la gana, porque ya no voy a parar de romperte el culo, cacho de puta.
    
    Y es lo que hice, le empecé a follar el culo a un ritmo bestial, no paraba de entrar y salir de su culo, Ángela mordió con todas sus fuerzas la almohada, y gemía a través de ella, todo para no escucharse más fuerte. Yo por mi parte le decía a la ...
    ... oreja lo guarra que era, que se iba a quedar dormida con su culo lleno de leche, y que como podía ser tan guarra, con sus padres al lado; éstas fueron las palabras que hicieron que ya Ángela no aguantara más y empezara a retorcerse y temblar, se corrió totalmente en silencio y mordiendo su almohada, yo por mi parte me había animado y aún me quedaba un poco de energía por dar, así que me puse a romperle el culo a un ritmo animal, mientras imaginaba como estaría su culo, y si su madre nos estaría oyendo y en ese caso, si estaría tentada de entrar, ya no a regañar a su hija, sino a por su ración de rabo (su marido es un pichacorta), con esos pensamientos y la sensación del estrecho culo de Ángela, me corrí como no hay mañana, e inundé su interior de mi leche.
    
    Nos quedamos así unos instantes, luego alcancé unos pañuelos de papel y me limpié la polla, a ella sólo le dejé limpiarse el coño (que lo tenía empapado) y comprobar si todo estaba bien sin sorpresas malrrolleras, pero no dejé que se limpiara mi corrida, quería que se quedara con el culo bien lleno de leche dentro y fuera, que por la mañana, notara lo cerda que había sido. Y sin más nos dormimos abrazados, haciendo la cuchara, pero ésta vez, no pego tanto su culo a mi polla (me habría gustado un segundo round, pero era tarde en verdad). 
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